VENEZUELA NO ES ARGENTINA

EL HAMBRE Y LAS DOS CARAS DE LA MONEDA

Venezuela no es Argentina. Desde este espacio planteamos, que es necesario hacer un esfuerzo por defenestrar el relato repetido hasta el cansancio de que Venezuela “importa todo lo que consume” o “no produce nada de lo consume”, como diría el refrán ni tan calvo, ni con dos pelucas, sobre todo en el ámbito de los alimentos, donde se demuestra claramente que en el país se sustenta el 100 % de raíces y tubérculos, frutas, hortalizas, quesos, huevos, pescado, entre otros rubros de la dieta alimentaria nacional del venezolano, inclusive algunos pueden alcanzar niveles de producción nacional del 70 % (pollo, carne, arroz, etc); y por otra parte, sí es cierto, Venezuela necesita importar alimentos y materia prima para cumplimentar su consumo nacional, como por ejemplo el trigo, o el maíz. Tanto, como que otros países necesitan importar petróleo o gas, para sustentar sus necesidades de energía. Claro, no espere que le de manzanas, como se indignaban unos periodistas argentinos, mientras declaraba en una entrevista, una migrante venezolana recién llegada, en relación a los alimentos “tengo meses que no como una manzana (en Venezuela), y aquí hay demás”, no, en Venezuela no se dan manzanas, busque un mango, y seguro lo encontrará, o un aguacate, o una cambur, o un plátano y estará disponible a la orden del día, que por cierto no encontrará en Buenos Aires a borbotones, seguro será importado y muy costoso, sin embargo, eso no justifica que Argentina, no produce nada.

De hecho, en relación a Argentina, se repite hasta el cansancio que el país más periférico al sur del continente, produce alimentos para más de 400 millones de personas, se le ha denominado el granero del mundo, y su actual presidente ha declarado que debe convertirse “en el supermercado del mundo”[1], por supuesto está en el top ten de los primeros países[2] mayores productores y exportadores de alimentos del planeta, soportado en sus 276.581 productores y 15.000 empresas de alimentos y bebidas, considerando a la agroindustria el gran motor de desarrollo del país, porque representa el 61 % de las exportaciones argentinas y por ende, el mayor ingreso de divisas. Si Venezuela es la primera reserva de petróleo del mundo, Argentina ocupa el puesto 8 con mayores tierras cultivables[3] en el planeta (40.291.000 hectáreas)[4], se puede decir, lo que para Venezuela es el petróleo, para Argentina son las tierras y su producción granaria.

Venezuela cuenta con una superficie cultivada, alrededor de 3,6 millones de hectáreas; eso es el 9 % de las tierras cultivables argentinas, de las cuales 7.490.265,42 hectáreas, están en manos de capitales extranjeros y el 89,36 % de estás, pertenecen a personas jurídicas[5]. Este dato sólo representa, el doble de la superficie cultivable actualmente en Venezuela. No tiene presión de capitales extranjeros para obtener control sobre la propiedad y la distribución de las tierras, a la vez, que su explotación ha migrado al cultivo transgénico; en otras palabras, hacia la última forma de control sobre los recursos naturales asociados a los alimentos, la biodiversidad y las patentes sobre las semillas, y que para cumplir el objetivo de convertir a Argentina, en el supermercado del mundo, se plantea, ante el incremento de la demanda mundial de alimentos, continuar evolucionando en materia de producción relacionada al agronegocio, a través de la tecnología que ejecutan las empresas nacionales y transnacionales que invierten y desarrollan el Know How, con altos estándares internacionales que les ha permitido convertirse en el tercer país en el mundo con mayor superficie sembrada de transgénicos, con 23,4 millones de hectáreas[6], después de EEUU y Brasil; y en la cual, antes del período de autorización de uso entre 1996 – 1997 la superficie sólo alcanzaba unas 100.000 hectáreas[7]. Vale destacar que el 100% del mercado de semillas transgénicas y el 60% del mercado de agroquímicos en Argentina está dominado por grandes corporaciones extranjeras[8], que se agrupan actualmente en tres: Bayer – Monsanto, Corteva Agriscience y Syngenta.

Contrario al país caribeño, que su principal generador de divisas (el petróleo) y por ende la explotación de los hidrocarburos está en manos del Estado Nacional, y por otra parte, está prohibido la utilización de los organismos genéticamente modificados, delineando a simple vista, un conflicto abierto o no con las transnacionales que buscan  obtener el control de los recursos naturales venezolanos estratégicos, llevado adelante por EEUU a través del asedio, tanto a la industria petrolera, como de cualquier movimiento que realice la Nación, para la adquisición de alimentos, esto, a través de las sanciones, el bloqueo económico, financiero, y finalmente el embargo.

Sí, a Venezuela, se le critica que su gasolina sea la más económica del mundo, cierto es, su población disfruta de una energía barata, muy costosa en otros países, básicamente por su carácter petrolero, así como de otros servicios básicos, que constantemente se le aconseja debe privatizar o aumentar a precios internacionales; también se le impide bajo este escenario hostil, la ejecución de políticas tendientes a garantizar la alimentación de su población, valiendo la pena, siempre recordar que la población venezolana gozó de altos estándares alimentarios y disponibilidad de alimentos en más de 3092 kcal/per/día hasta el año 2015, sin ser Argentina, y sin la necesidad de compararse constantemente.

Y nuevamente sí, Venezuela, el que consideran “el país de tantas riquezas”, de hecho lo es, tiene actualmente 6,8 millones de personas en prevalencia de subalimentación[9], quizás en aumento; pesando sobre su territorio un bloqueo y embargo brutal, que inició EEUU en 2014, desde que la denominó “una amenaza inusual y extraordinaria”, luego de la caída de los precios del petróleo, justificando sanciones para hacer colapsar a su gobierno y provocar un cambio de régimen, aumentando cada día más el sufrimiento a su población, atacando a la industria matriz venezolana (PDVSA), generadora de las divisas, reduciendo en la actualidad el 90% de los dólares que ingresan, así como, entre otras cosas, que se  disminuyera el aporte de esta a los programas de alimentación, de 1600 millones a 300 millones de dólares, sólo hasta el 2016, y obstaculizando que del 12 % de los alimentos que se necesitan importar para el consumo nacional, sólo lleguen 1 de cada 3; incrementando las dificultades para la compra de alimentos, así como de costos asociados, que ascienden hasta ahora a 300 millones de dólares. Tanto es, que según datos de la CEPAL, 14 años de inversiones agroalimentarias en Latinoamérica, sólo cubren la mitad de lo que ha perdido Venezuela en los últimos 2 años de bloqueo (60 mil millones de inversión y 120 mil millones en pérdidas)[10].

En contra cara, Argentina, el “supermercado del mundo”, no puede alimentar a su propia población que ronda en 44 millones de individuos[11], considerado “el país con mayor proporción de tierras aptas para la agricultura por persona en el mundo”[12], y hay que decirlo con condiciones edafoclimáticas y de geografía favorables para ello, produce sólo en cereales, por mencionar un grupo de cultivos, 75.819.600 toneladas[13] (2017) entre avena, trigo, cebada cervecera, sorgo, arroz y maíz, de este último, produce más de 48 millones de toneladas; que en comparación a Venezuela, con su ampliación de frontera agrícola en la última década, ha podido aumentar el total de su producción primaria de alimentos a más de 22 millones de toneladas, algo así como el 28 % sólo de la producción de cereales argentinos, sin incluir el resto de los rubros; y adicionalmente, es necesario aclarar, no se producen en Venezuela, por las condiciones tropicales, ni avena, ni trigo, ni cebada cervecera, entre otros, que necesariamente debe importar para alimentar a su población.

Ahora bien, por su parte, Argentina es el primer exportador y tercer productor mundial de aceite de soja, primer exportador y tercer productor mundial de harina de soja, tercer productor y exportador mundial del poroto (grano) de soja; es el cuarto productor y octavo exportador mundial de girasol; el onceavo país productor y el séptimo exportador de trigo; el séptimo exportador de carne vacuna, de hecho se estima que en el 2020 será el quinto mundial; el primer productor de limón, el quinto productor mundial de manzanas y el primero de peras en el hemisferio sur[14]; y entre otras, es el tercer exportador y cuarto productor mundial de maíz[15]. En cuanto a lácteos, llega a posicionarse en el segundo lugar de leche cruda de América Latina y el puesto 11 a nivel mundial. También es preciso mencionar, el papel que juega en el suministro de materia prima para los biocombustibles.

Sólo por citar dos ejemplos, en Argentina surge la contradicción en torno a que el séptimo productor de carne vacuna del mundo, no puede alimentar a toda su población, de hecho, en este aspecto, en el 2019, el consumo de carne fue el más bajo en los últimos 50 años, relacionado a la alta inflación y la disminución del poder adquisitivo de la población, y por otro lado, aumentó la exportación en toneladas peso producto en un 57 % en comparación con el año 2018[16]. Y en el caso de la leche, en el onceavo productor del mundo, también se redujo la ingesta, que cayó en el 2019, al nivel histórico más bajo en los últimos 16 años[17], y con ello su impacto en todos los derivados, la razón, inflación y precios.

Hablemos de Venezuela hasta el cansancio, sí, pero también hablemos de Argentina, “la que volvió al mundo”, el granero del mundo, el supermercado del mundo, que produce alimentos para 400 millones de personas; y que contrario a Venezuela, recibe un fuerte respaldo de EEUU, con el fin que “continúen las políticas de Mauricio Macri”[18], la Argentina que también tuvo un incremento a 2,1 millones de personas en prevalencia de subalimentación en 2018, y aunque es considerado un bajo índice, se puede revisar el reporte de prevalencia de inseguridad alimentaria moderada o grave, que refleja condiciones y comportamientos que manifiestan limitaciones del acceso de alimentos, y en el cual, se muestra un aumento vertiginoso de 8,3 millones de personas entre 2014 – 2016, a 14,2 millones de personas entre 2016 – 2018[19], esto es, sin acceso a alimentos por falta de recursos económicos o de otro tipo. Iguales registros encontramos, si tomamos datos recientes del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA[20], que revela que la inseguridad alimentaria total y severa[21] experimentó un incremento del 21,7 % al 29,3% de los hogares, y del 9% al 13% en los menores entre 0 – 17 años, respectivamente, esto es, que 1 de cada 3 niños, niñas y adolescentes argentinos, sufren hambre.

Esto pone en evidencia la contradicción en torno al agronegocio, que con la Segunda Revolución Verde, presentada como el “futuro de la agricultura”, ahora sí, se cumplirá lo que la primera revolución no logró, resolver el problema del hambre en el mundo con la ayuda de los organismos genéticamente modificados (OGM). Inclusive, el papel que desempeñan diversos organismos multilaterales, promocionando la autosuficiencia alimentaria para acabar con el flagelo, que afecta a más de 820 millones de personas en el planeta.

También, queda en evidencia que lograr la autosuficiencia alimentaria, por sí sola, no acaba con el hambre dentro de cada país, si esta autosuficiencia, no está acompañada por políticas, que garantice que los alimentos producidos lleguen primeramente a toda la población. Esto es, si el autoabastecerse de alimentos constituye poder nacional, la población igualmente, es un eslabón de ese poder, y dará mayor quantum con respecto a otras naciones, a través de la alimentación como indicador del nivel de desarrollo y de importancia geopolítica para elevar los niveles de enseñanza y cubrir las exigencias científicas y tecnológicas que permitirán adelantar un proceso de industrialización[22], por tanto generar crecimiento y desarrollo.

Quedando claro, que dentro del capitalismo, ni la autosuficiencia o sobreproducción de alimentos, ni los transgénicos y la segunda revolución verde, acaban por sí sólo con el flagelo del hambre. Y pone en evidencia que la visión corporativa de las transnacionales, relacionada a que mayor crecimiento de la población, necesita mayor producción de alimentos, y que además, se hará de forma sustentable, no es más que un negocio para controlar los circuitos de alimentos, los cuales estarán disponibles sólo para las poblaciones que puedan pagar por ellos, en el caso argentino; y en el caso venezolano, no importa que su gobierno tenga para adquirirlos y distribuirlos bajo subsidio a su pueblo, se le impide el acceso, poniéndose de manifiesto que los alimentos son una forma de proyección de poder, como método para el control de las poblaciones en el mundo y que por lo tanto, no es un asunto humanitario.

Para culminar, esta adopción de los paquetes biotecnológicos, en la producción de alimentos en Argentina, propiedad de un conjunto de transnacionales, refleja la dependencia de su sistema agroalimentario a este modelo, y del país en general, no garantizando la eliminación del hambre en su población, y además aumentando el número de población rural excluida, mayor concentración de tierras en grandes latifundios y extensión de los territorios despoblados[23], entre otros; siendo válido preguntarse ¿si a Argentina le sancionaran, bloquearan y embargaran impidiéndole desarrollar su producción agrícola, y por ende, su mayor fuente generadora de divisas al país, que pasaría?, en fin, en algo si se parecen Venezuela y Argentina, a ambas naciones le asignaron el papel de meras proveedoras de materias primas (hidrocarburífera y agrícola) para los países industrializados, siendo el reto histórico de sus sociedades, superar el umbral hacia el desarrollo.


[1] (El perfil, 2017) Mauricio Macri: «Argentina debe ser el supermercado del mundo». Recuperado el 28 de 08 de 2019, de https://www.perfil.com/noticias/politica/mauricio-macri-argentina-debe-ser-el-supermercado-del-mundo.phtml

[2] (Agrofy News, 2019) Argentina: uno de los 10 mayores productores y exportadores de alimentos del mundo. Recuperado el 28 de 08 de 2019, de https://news.agrofy.com.ar/noticia/181026/argentina-uno-10-mayores-productores-y-exportadores-alimentos-mundo

[3] La tierra cultivable (en hectáreas) incluye aquellos terrenos definidos por la FAO como afectados a cultivos temporales (las zonas de doble cosecha se cuentan una sola vez), los prados temporales para segar o para pasto, las tierras cultivadas como huertos comerciales o domésticos, y las tierras temporalmente en barbecho. Se excluyen las tierras abandonadas a causa del cultivo migratorio.

[4] (FAO, 2015) Argentina. Recuperado el 30 de 08 de 2019, de http://www.fao.org/nr/water/aquastat/countries_regions/ARG/indexesp.stm

[5] (Radio Gráfica, 2017) La verdadera proporción de tierra argentina en manos extranjeras. Recuperado el 28 de 08 de 2019, de http://www.radiografica.org.ar/2017/02/12/informe-la-verdadera-proporcion-de-tierra-argentina-en-manos-extranjeras/

[6] (Bichosdecampo, 2018) En el mundial de los transgénicos, la Argentina sigue tercera. Recuperado el 23 de 08 de 2019, de https://bichosdecampo.com/en-el-mundial-de-los-transgenicos-la-argentina-sigue-tercera/

[7] (Borrell, 2009) Seguridad agroalimentaria versus dependencia geoestratégica: la competencia por los recursos naturales y el sistema agroalimentario argentino. Buenos Aires, Argentina: Instituto de enseñanza superior del ejército.

[8] (Borrell, 2009)

[9] Prevalencia de subalimentación: Hambre: Estimación del número de personas que carecen de energía alimentaria suficiente.

Prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave: Acceso de todas las personas a la alimentación: Estimación del número de personas sin acceso a alimentos nutritivos y suficientes por falta de recursos económicos o de otro tipo.

[10] (MEDIANALISIS, 2019) Resumen de las consecuencias que ha provocado el bloqueo activado por Estados Unidos contra Venezuela. Recuperado el 28 de 08 de 2019, de https://www.laiguana.tv/articulos/545634-bloqueo-eeuu-comida-dolares-venezuela/

[11] 44.938.712 personas, según INDEC, 2019

[12] (NAP, 2018) Argentina es uno de los 10 principales exportadores bienes agropecuarios y de alimentos. Recuperado el 28 de 08 de 2019, de https://www.noticiasagropecuarias.com/2018/10/24/argentina-es-uno-de-los-10-principales-exportadores-bienes-agropecuarios-y-de-alimentos-del-mundo/

[13] (INDEC, 2019) Instituto Nacional de Estadisticas y Censos. Recuperado el 28 de 08 de 2019, de https://www.indec.gob.ar/

[14] (NAP, 2018)

[15] (Apertura negocios, 2019) https://www.cronista.com/apertura-negocio/empresas/La-Argentina-tercer-exportador-mundial-de-maiz-20190115-0008.htm. Recuperado el 28 de 08 de 2019.

[16] (Infobae, 2019), según la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (CICCRA). En el primer trimestre de 2019, el consumo de carne vacuna fue el más bajo de los últimos 50 años. Recuperado el 28 de 08 de 2019, de https://www.infobae.com/campo/2019/04/04/en-el-primer-trimestre-de-2019-el-consumo-de-carne-vacuna-fue-el-mas-bajo-de-los-ultimos-50-anos/

[17] (Clarín, 2019),  Efecto de la inflación. En un año se duplicó el precio de la leche y el consumo tuvo una caída histórica. Recuperado el 29 de 08 de 2019, de https://www.clarin.com/sociedad/ano-duplico-precio-leche-consumo-caida-historica_0_twzrOU0CS.html. Según, datos de la Secretaría de Agroindustria en el primer trimestre de este año se vendió en el país un 13,2% menos de leche fluida que un año atrás, y un 21,1% menos que en los mismos meses de 2016.

[18] (La Nación, 2019) Otro fuerte respaldo de EE.UU. a Macri antes de las primarias. Recuperado el 23 de 08 de 2019, de https://www.lanacion.com.ar/politica/sin-titulo-nid2273928

[19] (FAO, 2019)Panorana de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo. Protegerse frente a la desaceleración y el debilitamiento de la economía. Recuperado el 18 de 07 de 2019, de http://www.fao.org/3/ca5162es/ca5162es.pdf

[20] (Universidad Católica Argentina, 2019)OBSERVATORIO DE LA DEUDA SOCIAL ARGENTINA. Recuperado el 29 de 08 de 2019, de AGUA SEGURA Y ALIMENTACIÓN, DERECHOS PENDIENTES DE SER GARANTIZADOS: http://wadmin.uca.edu.ar/public/ckeditor/Observatorio%20Deuda%20Social/Documentos/2019/2019-Observatorio-Defensoria-Prov-Bs-As-Agua-Segura-Alimentacion.pdf

[21] La inseguridad alimentaria total es un índice que procura aproximarse a la situación de privación de los hogares en el acceso a los alimentos durante los últimos 12 meses previos al relevamiento.

La inseguridad alimentaria severa es la que afecta de modo directo a los Niños Niñas y Adolescentes, porque registra la situación de experiencia de hambre en los menores de 0 a 17 años

[22] (Sánchez, Chávez y sus opciones sobre la mesa, 2019) Chávez y sus opciones sobre la mesa. Recuperado el 04 de 05 de 2019, de ALIMENTOS Y PODER: csanchezyg.wordpress.com/2019/04/28/chavez-y-sus-opciones-sobre-la-mesa/

[23] (Borrell, 2009) Seguridad agroalimentaria versus dependencia geoestratégica: la competencia por los recursos naturales y el sistema agroalimentario argentino. Buenos Aires, Argentina: Instituto de enseñanza superior del ejército.

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