LA DISPUTA POR SUS RECURSOS NATURALES ESTRATÉGICOS
Con el nacimiento y aplicación de la Primera y la Segunda Revolución Verde[1], surge también, la necesidad de poseer el control de los Recursos Naturales Estratégicos, por la alta dependencia a éstos, para poder llevar a cabo la producción primaria de alimentos a escala mundial, intrínseco de este modelo agrícola; por eso, con una mirada puesta desde el sistema agroalimentario, es válido hacernos la pregunta en el marco del bloqueo económico y financiero que se ejecuta contra Venezuela, ¿EEUU aspira el control del petróleo? Hagamos otra ¿es sólo el petróleo? ¿Es sólo EEUU?, en adelante lo responderemos.
COMPETENCIA POR LOS RECURSOS NATURALES ESTRATÉGICOS
Existe entre los diferentes actores del sistema internacional, llámense EEUU, China, Rusia, Alemania, España, Brasil u otro, incluyendo empresas transnacionales, de las cuales además, son estos países casas matrices, una competencia posicional[2] por bienes en condiciones de escasez (el prestigio, el estatus, el poder, la influencia, la política, el nivel de seguridad, el liderazgo, el control sobre el territorio, recursos escasos y su distribución, la economía mundial o el mercado), encontrándose entre éstos, los recursos naturales; surgiendo la misma (la competencia), por el cambio de capacidades de cualquier actor, frente a un oponente; en este sentido, por la influencia en la redistribución del poder, que socava principalmente la posición de los Estados o actores de mayor desarrollo, los cuales buscan preservar su dominio, manteniendo su estatus quo, que no es más, que mantener sus bienes posicionales, lo que lleva a la exacerbación de conflictos, por mantener su estatus en el mundo, logrando entre tantas cosas, mejor posicionamiento, liderazgo, jerarquía, poder político y económico.
Por eso se plantea que, aunque existen diversos escenarios que pueden disparar los conflictos en el marco internacional; en la actualidad se apunta a que hay otras fuentes adicionales de fricción, identificando a la competencia global por el acceso a petróleo, gas natural, agua y tierras cultivables como los causantes, por la presión que ejercen ciertos factores geopolíticos, entre ellos, la globalización, representada en las empresas transnacionales en la búsqueda de la maximización de sus ganancias cada vez mayor, asociado, al incremento de la demanda, utilización y escasez de estos recursos por su excesiva extracción y uso, entre otros[3] (Ver imagen 1).

DEPENDENCIA DE LA PRODUCCIÓN MUNDIAL DE ALIMENTOS A LOS RECURSOS NATURALES ESTRATÉGICOS
Ahora bien, en el caso de los alimentos, la dependencia a los recursos vitales como el petróleo y la refinación del mismo; el gas natural y la petroquímica; los suelos agrícolas y minerales; el agua dulce tanto para la producción, como para la hidroeléctrica[4]; y un elemento de incalculable valor en la actualidad, la biodiversidad, el material genético, principal recurso natural a controlar y explotar en la Segunda Revolución Verde, detona la relación entre ambos, envolviéndolos al final, en la misma dinámica de competencia internacional. Esto es, sin Recursos Naturales Estratégicos (RRNNEE), no habrá producción primaria de alimentos a gran escala.
En otras palabras, si en estos momentos, bajo este modelo agrícola, faltara el suministro de algún Recurso Natural Estratégico, vital para la producción primaria de alimentos, impactaría en el sistema agroalimentario mundial, por lo tanto, actores dependientes de ellos como Bayer-Monsanto, Corteva Agriscience, Syngenta, entre otros, jugarán en el tablero geopolítico para hacerse con el control de éstos; y es aquí, donde Venezuela entra en la disputa por los mismos, convirtiéndose en una fuente primaria muy apetecible de RRNN, por ser poseedora de grandes riquezas, como por su relación a los niveles de aprovechamiento interno; que le infiere un alto potencial a explorar y explotar para lograr mayor crecimiento y desarrollo y mejor posicionamiento en el sistema internacional; pasando a jugar un papel predominante en su cambio de posición mundial al convertirse en la primera reserva de petróleo y contar además, con otros recursos de importancia estratégica para el funcionamiento del sistema agroalimentario del mundo y su misma subsistencia.
En un breve repaso, el agua, aporta el mayor uso al sistema agrícola, mayor al 70 %, además de su función en la hidroeléctrica para proveer de energía eléctrica a todos los servicios agropecuarios, servicios de bombeo agrícola, industria, comercio de alimentos, entre otros componentes del sistema agroalimentario nacional. La tierra, es el principal recurso para la siembra, además que contiene reservas de minerales para la elaboración de fertilizantes y existen aún suficientes superficies para la incorporación a tierras cultivables, aún por desarrollar. El petróleo, provee el combustible para el transporte de todo el sector (maquinarias agrícolas, plantas agroindustriales, eléctricas, así como todo el subsistema de consumo de alimentos, vialidad y materias primas a la petroquímica). El gas, por su parte, abastece de fertilizantes, entre los aspectos más importantes, además de la producción de plásticos, vinilos, para el uso en el envasado y empaques de productos y alimentos; así como la fabricación de plásticos para tanques, mangueras y sistemas de riego. Y por último, la Biodiversidad, el material genético indispensable para la obtención de las semillas, y en la Segunda Revolución Verde, los Organismos Genéticamente Modificados revelan la alta dependencia a esta, vital para poder llevar a cabo los diferentes eventos transgénicos (Ver Imagen 2). ¿Cuánto de estos Recursos Estratégicos posee Venezuela? Veamos.

VENEZUELA, FUENTE APETECIBLE DE RECURSOS NATURALES ESTRATÉGICOS
Venezuela 10 en agua dulce.
En el caso del agua, el mundo contiene un estimado de 1400 millones de kilómetros cúbicos de agua y sólo el 0,003%, alrededor de 45.000 kilómetros cúbicos, corresponden a lo que se llama “recursos de agua dulce”, que es aquella, que se puede utilizar para beber, la higiene, la agricultura y la industria; pero no toda es accesible por diferentes causas; por lo tanto sólo unos 9000 – 14.000 kilómetros cúbicos son económicamente disponible para uso humano cuando se compara con el total de agua en la tierra, y aún con el aumento de la población en dos mil millones de personas para el año 2030, la misma será suficiente para sostener la vida humana[5], sin embargo en el mundo, es la agricultura la mayor actividad consumidora de agua con alrededor del 70 % de la extracción, el cual es mucho mayor, cercano al 95 % en los llamados países en desarrollo, por lo que se advierte que la escasez del vital recurso, no afectará a nivel mundial, pero si “a nivel de localidades, países y regiones donde es muy probable que surjan graves escenarios de escasez del recurso”[6], en la cual Venezuela, se supone no debe verse afectada, porque sus fuentes de agua, corresponden a la décima reserva de agua dulce del mundo, y cuarta en Sudamérica (Ver imagen 3), cuyo continente ocupa el primer lugar[7] en reservas de agua dulce en cuanto a región se refiere con el 28,1 %, por lo tanto, tienen lugar privilegiado, potencial para la explotación del recurso y la misma dinámica de competencia entre los diferentes actores del sistema internacional.

Venezuela y sus 21 millones de hectáreas de suelos agrícolas aprovechables.
En relación a la tierra, Venezuela cuenta con más de 21 millones de hectáreas con potencial a cultivar[8] y sólo ha desarrollado alrededor de 2,7 millones; y aunque parezca “inconcebible” que a estas alturas Venezuela no haya aprovechado todo el potencial que se supone, tiene en tierras para la producción agrícola, en semejantes condiciones se encuentran otros países de la región y el mundo, según los diferentes registros. (Ver imagen 5).

En el caso de la competencia mundial por la tierra, se estima que la escasez de tierras agrícolas, no ocurrirá a nivel mundial, pero sí, en algunas regiones, países y zonas a nivel local, donde ya hay una grave escasez, que puede agravarse, con mayores consecuencias para la pobreza y la seguridad alimentaria[9].
En este sentido sostiene la FAO que todavía hay tierra agrícola potencial que aún no se ha utilizado, estando justamente, en América Latina más de la mitad de las tierras cultivables disponibles del mundo, las cuales se han desarrollado en sólo un 19 %, por lo tanto, se espera que más del 80 % de la expansión de la superficie de labranza se produzca entre África Subsahariana y esta región (ver imagen 4), tal como evidencia el trascurrir de los años 90, donde la ampliación de la frontera agrícola en Brasil y Argentina pasaron a convertirlos en el segundo y tercer país del mundo actualmente, después de EEUU, con mayor superficie sembrada de transgénicos.

Venezuela 1° en petróleo. Lo cotidiano.
En el campo de la energía y la relación estrecha con el petróleo; las reservas probadas del principal recurso de la matriz energética mundial, o sea, de uso en el mundo, el petróleo (Ver imagen 6) ascienden a 1.696.600 Millones de barriles[10], de las cuales la OPEP reconoce como crudo convencional sólo 1.482.773 Millones de barriles, puesto que los reservorios canadienses son considerados arenas petrolíferas no convencionales, sin embargo esta organización controla más del 81 %, y en cuánto al gas el 48 % de las reservas mundiales.

En este caso, cuando hablamos de competencia por los recursos naturales y la necesidad de hacerse con el control de éstos, se alcanza a ver con mejor detalle si la relacionamos con la producción y consumo mundial, para mantener el estatus de crecimiento y desarrollo de cada actor, en la que las transnacionales son en el principal ejecutor, no escapando de ellas las del sector agroalimentario, principalmente las que controlan la producción primaria mundial de alimentos.
A nivel internacional la demanda de petróleo corresponde a 98.187 millones de barriles diarios, en el cual, de persistir este consumo mundial que aumenta progresivamente cada año[11], el agotamiento se estima alrededor de 50 años (ver Imagen 7), siendo los países que conforman la OPEP los menores consumidores, con alrededor del 9,6 % del total; sin embargo, no escapan a esta proyección puesto que por ejemplo, las reservas de petróleo de Venezuela, al ritmo de la producción[12] y consumo global actual, en el marco de la competencia mundial por los recursos naturales, se consumirían en un ritmo de 10 años; de hecho en 2017 un ejemplo claro, es el consumo de las reservas de hidrocarburos de Canadá, que mermaron en 1600 millones de barriles y por ende las reservas totales del planeta, las cuales fueron sólo compensadas por los 1400 millones de nuevas reservas certificadas en Venezuela, por lo que la estimación global de disminución se mantiene, contando con esta nación como reserva mundial.

Sin embargo, los mayores productores de hidrocarburos entre los que se encuentran EEUU, Rusia y Arabia Saudita, no superan en promedio los 10 millones de barriles diarios, por lo tanto, aún con toda la tecnología puesta al servicio de la explotación petrolera en Venezuela en la actualidad, la misma estaría rondado este valor, esto quiere decir que las reservas venezolanas, podrían alcanzar un estimado en el tiempo de al menos 80 años, llevándolas al tope de producción. Por lo tanto, es una reserva de “transición” en el tiempo, de la actual matriz energética mundial, apetecible por diferentes actores, sobre todo por los de mayor desarrollo industrial.
Esta explicación sobre el consumo y la relación con los países de mayor desarrollo industrial, incluye a los llamados países emergentes en el marco de la conformación del nuevo orden multipolar. Es decir, EEUU es la primera potencia mundial y el mayor consumidor de recursos energéticos, en el caso del petróleo demanda más del 20 % de total del planeta, cuando su producción doméstica sólo cubre el 65 %[13] de su consumo, y aunque sean el primer productor petrolero del mundo, no logrará mantener su estatus, con unas reservas alrededor del 2,9 % mundial, por lo tanto tiene que recurrir a otras fuentes de abastecimiento. Igual que China, quien consume el 13 %, segundo polo de poder, y cubre sólo el 30 % de su demanda con producción interna y unas reservas de apenas el 1,5 %. Esto es que, en relación a reservas – producción propia, para ambos países, sólo es sostenible alrededor 11 años.
En términos globales, es precisamente Asía la región de mayor consumo mundial anual, con más del 35,2 %, en comparación con los niveles de reserva que posee (8 %). Por lo tanto, su crecimiento y desarrollo, dependerá de la obtención del recurso a través de los actores poseedores del mismo, en el cual Suramérica y Medio Oriente se convierten en los principales proveedores en el tiempo, por la magnitud de las reservas probadas actualmente y su nivel de consumo, en la cual, destacan Venezuela, Arabia Saudita, Irán, entre otros. Ver Imagen 8.

Venezuela 7ma reserva de gas natural del mundo
En el caso del gas natural, que también forma parte de la matriz energética mundial ocupando el tercer lugar con 23,4 % de uso; las principales reservas se concentran en Rusia e Irán, siendo Medio Oriente la mayor reserva en cuanto a Región. Sin embargo, cuando hablamos de Suramérica vuelve a aparecer Venezuela como la primera reserva del continente y séptima a nivel mundial[14] (Ver imagen 9).

Una región que es importante destacar en cuanto al consumo de energía hidrocarburífera relacionada al petróleo y gas, es Europa, que agrupa una cantidad importante de países industrializados, que juegan un papel preponderante en la geopolítica mundial, casas matrices de importantes transnacionales, como Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, entre otros, los cuales cuentan con reservas de apenas 0,8 % y 1,5 % de petróleo y gas natural respectivamente, asociado a menor producción, entre 3,8 % y 6,6 %, sin embargo, alcanzan una demanda al menos del 15 % en ambos recursos energéticos, por lo tanto, también deben asegurar el suministro de éstos y otros tipos de energías, para mantener su estatus en el sistema internacional; un ejemplo de ello, se puede mostrar al comparar en el caso de la disponibilidad del abastecimiento de petróleo, a Venezuela y las diferentes casas matrices a las que pertenecen las principales transnacionales del agronegocio mundial en la actualidad llámense, Bayer – Monsanto, Corteva Agriscience y Syngenta. Ver imagen 10.

Venezuela 7ma de biodiversidad nacional del mundo.
La biodiversidad nacional, es uno de los recursos naturales, que generalmente no se ponderan en la importancia de la competencia por los recursos naturales, sin embargo, en el ámbito del sistema agroalimentario y particularmente en la producción primaria de alimentos, son de alto interés estratégico para llevar a cabo la Segunda Revolución Verde. En este sentido, es importante destacar que dentro de los 10 principales países con mayor Índice de Biodiversidad Nacional (IBN), Venezuela ocupa el puesto siete (0,850) en el mundo y quinto en América Latina y El Caribe, después de Colombia, México, Brasil y Ecuador; indicando que tiene una de las mayores concentraciones de biodiversidad del planeta, o sea, de organismos vivos de cualquier fuente terrestre, marina, acuática y otros ecosistemas complejos, con relevancia en plantas medicinales, como de varios grupos taxonómicos de seres vivos[15] (ver imagen 11).

Como puede evidenciarse, aunque Venezuela sea la primera reserva de petróleo del mundo, y se considere, que el asedio al país, principalmente por EEUU, pero también por la Unión Europea, está relacionado a este; la verdad es que también, es de carácter vital para la producción primaria de alimentos por parte de las transnacionales del agronegocio, bajo el modelo agrícola actual, dependiente altamente de Recursos Naturales Estratégicos; y en este sentido es preciso destacar que no es sólo el petróleo, también es el gas natural, el agua, la tierra, la biodiversidad, y otros minerales; y el país caribeño, cuenta con todos ellos y en mayores proporciones, a la mayoría del resto de los países del mundo.
PLANTEAMIENTOS FINALES:
Primeramente, es preciso resaltar, que Venezuela se encuentra en la región América Latina y El Caribe, lo que significa que forma parte de lo que las grandes transnacionales del agronegocio consideran “la despensa del mundo”[16], por la importancia que le dan, a la “mejor posición” por el uso actual y la exploración de nuevas áreas, que se traduce en la disponibilidad de superficie agrícola que aún no ha sido desarrollada; o consideradas las actuales, subutilizadas o de bajo nivel de productividad, por lo tanto siempre será visualizada con potencial para la adopción de sus nuevas tecnologías, sobre todo, en el marco de lo que consideran la demanda creciente de materia prima para alimentos, pero también de biocombustibles, en relación a la necesidad de producir otras energías, y en estos aspectos Venezuela tiene los Recursos Naturales Estratégicos, que sustentan la continuidad del actual modelo agrícola y su transición hacia otras fuentes.
A todas estas, debemos aclarar que son contadas las transnacionales que controlan el agronegocio, es decir, que controlan la producción primaria de alimentos o de materias primas a escala mundial, altamente dependiente de los Recursos Naturales Estratégicos anteriormente descritos, a partir de la aplicación de la Primera Revolución Verde, reafirmándose en la Segunda Revolución Verde; y aunque pudiera creerse que en los actuales momentos, estas no tienen presencia en Venezuela, es totalmente falaz esa afirmación, por lo tanto, no se escapa a la posición de dominio que ejercen, generando alta influencia en la configuración del sistema agroalimentario venezolano, tal cual lo hacen, las grandes transnacionales que controlan los alimentos de consumo masivo, anteriormente analizado en Venezuela en la Geopolítica de los Alimentos, el ciclo de la oligopolización y la transnacionalización de industria nacional pública y privada[17].
En este sentido, asociaremos las tres grandes transnacionales que desde el 2017, en una carrera por el control de la producción primaria mundial de alimentos, a través de una serie de movimientos de adquisiciones y fusiones, fueron configurando un esquema que geopolíticamente ubican a EEUU, Alemania y China como casa matrices de estas empresas, en la disputa por el control del agronegocio, la producción mundial de alimentos y por ende de Recursos Naturales, a través de Corteva Agriscience, Bayer – Monsanto y Syngenta, respectivamente; con presencia en Venezuela desde 1950, las mismas que representan alrededor “del 80 % del mercado mundial”[18] en la actualidad. En la última entrega (III parte), lo describiremos.
[1] (Sánchez, Venezuela en la geopolítica de los alimentos II (I Parte). Entre la Primera y la Segunda Revolución Verde., 2019)
[2] (Schweller R. , 1999) Realism and the Present Great Power System: Growth and Positional Conflict Over Scarce Resources. Recuperado el 27 de 05 de 2016, de https://es.scribd.com/doc/260637473/Randall-Schweller-Realism-and-the-Present-Great-Power-System-Growth-and-Positional-Conflict-Over-Scarce-Resources.
[3] (Klare, 2008) Resource Competition and World Politics in the Twenty-First Century. EEAS, From early warning to early action, Bruselas: European Union External Action, 293 – 301.
[4] (Sánchez, Chávez y sus opciones sobre la mesa, 2019)
[5] (FAO. WATER, 2002) Agricultura mundial: hacia los años 2015/2030. Recuperado el 27 de 05 de 2016, de http://www.fao.org/docrep/004/y3557s/y3557s08.htm
[6] (FAO, 2002) Ibit.
[7] (UNASUR, 2015) Defensa y recursos naturales. Recuperado el 02 de 07 de 2019, de https://www.academia.edu/13635241/Defensa_y_Recursos_Naturales
[8] (GRUPO BANCO MUNDIAL, 2019) Tierras cultvables hectáreas (2016). Recuperado el 07 de 10 de 2019, de https://datos.bancomundial.org/indicador/AG.LND.ARBL.HA?locations=VE&view=chart
[9] (FAO, 2002) OP Cit.
[10] (Bp, 2018)Bp Statistical Review of World Energy. Recuperado el 15 de 06 de 2019, de https://www.bp.com/content/dam/bp/business-sites/en/global/corporate/pdfs/energy-economics/statistical-review/bp-stats-review-2018-full-report.pdf
[11]En el 2014 el consumo era de 88.869 millones de barriles diarios; en el 2017 ya alcanzaba los 98.187 millones de barriles diarios. Para el 2020 se estima que sobrepase los 100.000 barriles diarios.
[12] La producción de petróleo mundial es de (92.649 millones de barriles).
[13] (Bp, 2018) OP Cit
[14] (Bp, 2018)OP Cit
[15] (Jiménez, 2017) La alianza energética entre la República Bolivariana de Venezuela y la República Popular China 2000 – 2016. Buenos Aires: Escuela Superior de Guerra Tte Gral Luís María Campos.
[16] (La República, 2019) Corteva Agriscience se presentó en Colombia y prevé trabajar con Gobierno e industriales. Recuperado el 28 de 11 de 2019, de https://www.larepublica.co/empresas/lanzamiento-corteva-agriscience-colombia-2904797
[17] (Sánchez, Venezuela en la geopolítica de los alimentos. El ciclo de la oligopolización y transnacionalización de la industria, 2019)
[18] (Borrell, Geopolítica y Alimentos. El desafío de la seguridad alimentaria frente a la competencia internacional por los recursos naturales, 2019)
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