La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) publicaron el informe Puntos críticos de hambre. Alertas tempranas FAO-PMA sobre la inseguridad alimentaria aguda. Perspectivas de febrero a mayo de 2022, en el cual se incorporó a Colombia como uno de los países donde “es probable que la inseguridad alimentaria se deteriore aún más en los próximos meses debido a una combinación de inestabilidad política, los desafíos económicos y el impacto de la actual de la crisis migratoria regional, amplificado por el desplazamiento interno”[1] (ver imagen 1)

Cinco días después, la Canciller colombiana Martha Lucía Ramírez, exigió formal y públicamente, en una rueda de prensa en conjunto con el actual representante de la FAO en Colombia, Alan Bojanic (ver imagen 2, 3, y 4), la retirada del país del mapa de hambruna, a la vez que rechazó y cuestionó el informe, considerando a la publicación “carente del soporte técnico, definición metodológica y claridad en las fuentes que le den validez y credibilidad”[2].



Y al lado del propio representante del Organismo, solicitó “se corrijan las afirmaciones del informe”.
Ante la posición del Gobierno colombiano, Bojanic argumentó que, “la forma como fue presentado (el informe) no fue la mejor” porque la intención era “llamar la atención sobre la inseguridad alimentaria aguda de algunas poblaciones en el territorio, principalmente en el tema de migrantes venezolanos”[3] (ver imagen 5 y 6).


No sólo eso, agregando: “el mapa que se presentó no ayudó mucho con ese objetivo y también hace parecer que Colombia estaría en igual situación que otros países que están en una situación de inseguridad (alimentaria) crónica”.
Vale la pena preguntarle a Bojanic ¿de cuáles países habla?, si es Colombia la que aparece en la página 10, por cierto, junto a Haití y Honduras en la región América Latina (ver imagen 7).

No reflexiona Bojanic sobre el informe, donde se afirma (página 19) que Colombia “según el resumen de necesidades humanitarias de 2022, tiene 7,3 millones de colombianos que sufren inseguridad alimentaria y necesitan asistencia alimentaria” (ver imagen 8) o ¿es que ahora todos serán catalogados de migrantes para poder corregir la publicación, tal como lo pide el Gobierno colombiano?

Nada respetable para un representante de un organismo de la ONU, que deja evidencia clara, de cómo los indicadores alimentarios de organismos multilaterales son utilizados como instrumentos para validar crisis humanitarias, promovidas por los estados de mayor poder, movidos por sus propios intereses y, en nombre de la comunidad internacional, advirtiendo y admitiendo a su vez, la posibilidad de intervenciones militares, tal cual como se ha intentado con Venezuela[4].
En todo caso, ¿se atreverá la FAO a revisar el mapa para “reflejar mejor” la situación colombiana? ¿se atreverá la FAO a republicar el informe? porque según, afirma la canciller, la organización hizo “muy mal poniendo a Colombia en un mapa de riesgo de esa naturaleza”, cuando debió “convocar una mayor solidaridad de la comunidad internacional”, pero para atender a los migrantes venezolanos.
Porque si hay algo que tiene el informe 2022, como también lo tuvo la edición de 2021, son inconsistencias como que, aparece Colombia en el mapa (volver a ver imagen 1), más no así en la gráfica, olvidando incluirlo donde se muestran los países con inseguridad alimentaria aguda en 2022 (ver imagen 9), cosa que sólo se hace, si se manipulan los indicadores alimentarios, como lo han hecho con Venezuela en los últimos años.

Puesto que, si Colombia tiene 7,3 millones de personas en inseguridad alimentaria aguda o no, debió aparecer por encima de Sudán del Sur, tomando en cuenta, que se refleja a la República Árabe Siria y al Líbano, aun sin tener población en condición de IPC/CH fase 3 o superior 4 o 5.
Por lo tanto, no se identifica si esta población colombiana está en condiciones de Fase 3 o IPC/CH Crisis o Superior (Fase 4 y Fase 5), caracterizadas por la falta crítica y acentuada de acceso a los alimentos, niveles de malnutrición elevados, y agotamiento acelerado de los activos que conforman los medios de subsistencia, o en todo caso, si es en base al Enfoque Consolidado para Reportar Indicadoresde la seguridad alimentaria (CARI o ECRI) del PMA. Sencillamente, se evita su explicación y publicación. Aunque, los datos están referenciados a OCHA (2021) “Acences del Ciclo Humanitario [online]”.
En consecuencia, las declaraciones del Representante de FAO confirman que la redacción del informe evidencia el motivo de semejante omisión, implicar a Venezuela a través de los migrantes, y cuyo fin es la recomendación de la entrega de 34,5 millones de dólares para intervenciones de seguridad alimentaria y nutrición, como respuesta de emergencia (ver imagen 10).

Tanto, que involucra a la ONU, adelantando que esta organización “está trabajando en como presentar mejor la situación de los migrantes”, reescribo “migrantes” y con el informe se buscaba “atraer más recursos”. Eso es todo señor juez.
Recursos, que el Gobierno colombiano nunca ha desestimado solicitar y aceptar, por supuesto, siempre en nombre de los migrantes venezolanos y no para la población colombiana “en situación de inseguridad alimentaria y necesitando asistencia alimentaria en 2022”, como lo refleja el informe Puntos Calientes del hambre.
Y si esto no parece manipulación de indicadores, revisemos el informe de FAO – PMA de 2021[5].
En 2021 a Venezuela se le incorporó tanto en el mapa (ver imagen 11) como en la gráfica (ver imagen 12), según la Escala CARI del PMA, reflejando a la nación dentro de los países con mayor número de personas en situación de inseguridad alimentaria ‘aguda’ en el mundo, aun cuando la población no era considerada en Crisis o peor (IPC/CH Fase 3 o superior), o sea, en inseguridad alimentaria ‘aguda’.


Más aún, cuando en FAOSTAT[6], la publicación en línea de FAO refleja que es menor la cantidad de personas subalimentadas en Venezuela (ver imagen 13), no coincidiendo con la relación proporcional de población en inseguridad alimentaria ‘aguda’ presentada, tanto en ese informe de 2021, como en otros de 2020, y avalados por la misma organización. Una incoherencia que sólo explica la manipulación de indicadores en las diferentes publicaciones para mantener a Venezuela constantemente en una agenda internacional negativa.

Por lo tanto, esta forma del uso discrecional de indicadores alimentarios, explica porque el representante de la FAO en Colombia, afirma sin pudor alguno, que el informe tenía otras intenciones, por lo cual, la presentación no fue la más adecuada, haciendo parecer, “que Colombia está en una situación similar a otros países” y “no se reveló lo que se quería revelar, porque una cosa es tener un problema de seguridad alimentaria aguda en un grupo poblacional y otra cosa, es pensar que el país esté afectado por una situación de deterioro”[7].
Obviando que desde el 2020, el PMA, ha identificado a más de 10 millones de habitantes en Colombia con consumo insuficiente de alimentos y 2,7 millones ya sufrían de hambre crónica[8] (ver imagen 14 y 15)


Y desde entonces, la Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia[9], utilizando estos datos, ha informado que la inseguridad alimentaria alcanza al 54,2 % de los colombianos, de los cuales, 554.000 niños sufren de desnutrición[10] (ver imagen 16).

Además, si el informe afirma que 1,1 millones de migrantes venezolanos está en situación de inseguridad alimentaria en Colombia necesitando asistencia; cruda realidad para los que han migrado de Venezuela buscando una mejor vida, que evidentemente no consiguen en ese país; la verdad es que el informe indica son 7,3 millones de personas en emergencia alimentaria, que incluye colombianos y colombianas, mientras el representante de FAO insiste en que “la intención era apoyar a los grupos más vulnerables”[11]: los venezolanos. Bastante injusto para la población nacional de ese país.
Una realidad difícil de aceptar por el Gobierno de Colombia, sobre todo, en vísperas de elecciones presidenciales y para ello, cuentan con la FAO Colombia, para resolver estos números.
Más escandalosas aún, son las afirmaciones del representante de la FAO, al dejar ver que la presentación de Colombia en el mapa, tenía intenciones de mostrar la situación de los migrantes venezolanos, cuando en el mismo informe se puede leer en la página 8: “no se incluyó a la República Bolivariana de Venezuela (…) como puntos críticos de hambre debido a falta de disponibilidad o escasez de datos actualizados sobre la inseguridad alimentaria” (ver imagen 17).

Un exabrupto, que deja muy mal parados a la FAO, al PMA y al Gobierno de Colombia, quedando bien claro, la existencia de manipuladores de indicadores alimentarios a sueldo, y si es para comprometer al Gobierno de Venezuela, sólo levantan la mano. Lo único que necesitan saber es ¿quién les pagará mejor?
Un claro ejemplo, que el tema alimentario no es un asunto humanitario, es una cuestión de poder, y este caso, lo refleja muy bien.
[1] (WFP and FAO, 2022) Hunger Hotspots. FAO-WFP early warnings on acute food insecurity: February to May 2022 Outlook. . [En línea] 26 de 01 de 2022. https://www.fao.org/3/cb8376en/cb8376en.pdf.
[2] (EFE, 2022) El Gobierno rechaza el informe de la FAO sobre una alerta del aumento del hambre en Colombia. [En línea] 01 de 02 de 2022. https://www.efe.com/efe/america/sociedad/el-gobierno-rechaza-informe-de-la-fao-sobre-una-alerta-del-aumento-hambre-en-colombia/20000013-4729950.
[3] (RT, 2022) «No refleja lo que quería revelar»: La disculpa de la FAO con Colombia por incluirla en un informe sobre países en riesgo de hambre aguda. [En línea] 01 de 02 de 2022. https://actualidad.rt.com/actualidad/418681-disculpas-fao-informe-colombia-hambre-agua.
[4] (Clara Sánchez, 2021) Alimentos Y Poder. Construcción de una crisis alimentaria en Venezuela II. [En línea] 04 de 08 de 2021. https://alimentosypoder.com/2021/08/04/construccion-de-una-crisis-alimentaria-en-venezuela-ii/.
[5] (FAO, PMA, 2021) Hunger Hotspots. FAO-WFP early warnings on acute food insecurity. Roma : s.n., 2021.
[6] (FAO, 2021) FAOSTAT. [En línea] 07 de 2021. http://www.fao.org/faostat/en/#country/236.
[7] (RT, 2022)
[8] (INFOBAE, 2020) 2,7 millones de colombianos sufren de hambre crónica. [En línea] 15 de 10 de 2020. https://www.infobae.com/america/colombia/2020/10/15/27-millones-de-colombianos-sufren-de-hambre-cronica/.
[9] (ABACO, 2020) Bajemos juntos la bandera del hambre en Colombia. [En línea] 2020. https://abaco.org.co/gestion2020/.
[10] (El PAÍS, 2022) El hambre que conoce la mitad de los colombianos. [En línea] 14 de 01 de 2022. https://elpais.com/planeta-futuro/2022-01-14/el-hambre-que-conoce-la-mitad-de-los-colombianos.html.
[11] (EFE, 2022) El gobierno rechaza el informe de la FAO sobre una alerta del aumento del hambre en Colombia. [En línea] 01 de 02 de 2022. https://www.msn.com/es-es/noticias/internacional/el-gobierno-rechaza-el-informe-de-la-fao-sobre-una-alerta-del-aumento-del-hambre-en-colombia/ar-AATlcvo?ocid=uxbndlbing.
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