VENEZUELA EN LA GEOPOLÍTICA DE LOS ALIMENTOS

El ciclo de la oligopolización y transnacionalización de la industria

«quien controla los alimentos, controlará a la gente, quien controla el petróleo, controlará a las naciones»

Henry Kissinger
Exsecretario de Estado de los Estados Unidos y consejero de seguridad nacional, durante los gobiernos de Richard Nixón y Gerald Ford

Tomando en consideración que el tema de los alimentos en Venezuela ha sido estudiado o analizado en su mayoría individualmente, pudiendo ser desde el punto de vista de las consecuencias de país petrolero, el funcionamiento del sistema agroalimentario en sus diferentes subsistemas o actores, o de la aplicación de una u otra política de gobierno, o el impacto sobre la población; pretendemos desde este espacio elevar el nivel de importancia que debe tener para el Estado venezolano el sistema agroalimentario, desde la condición de carácter estratégico, componente del poder nacional y por ende de la seguridad de la nación, en el marco de la competencia por los recursos naturales y las relaciones de poder; y en este caso, cómo influye en la configuración del sector industrial oligopólico nacional transnacionalizado y transnacional desde sus inicios a la actualidad.

LA INDUSTRIALIZACIÓN VENEZOLANA, EL REFLEJO EN LA INDUSTRIA DE ALIMENTOS

Existen diferentes posiciones sobre el tema de la industrialización venezolana, aunque después de cada análisis todos coincidan en la evidencia palpable, de la no concreción de un proceso exitoso. Según, Gerardo Lucas[1], considera que en Venezuela se echaron las bases conceptuales de la industrialización entre 1936 y 1945, que posteriormente hasta 1979 se generó una etapa de políticas para la expansión de la industria que podríamos llamar promoción del desarrollo industrial, que tuvo una caída violenta en ese año por falta de inversión de capital y que desde 1980 a 1995 se generó la declinación de la industria y con ello la caída de PIB industrial; además aclara que la aplicación acelerada de las políticas del Fondo Monetario Internacional (FMI) en 1989 y la “apertura comercial” entre 1996 y 1997, llevó a la desaparición de más de la mitad de las empresas industriales para el año 2000, mediante cierres, migraciones, desnacionalizaciones y privatización de compañías en una magnitud nunca antes vista.

Por otra parte, Orlando Araujo[2] planteaba que la caracterización histórica de nuestro desarrollo industrial, nos lleva a la conclusión de que sólo falseando las palabras podemos hablar de una “industrialización nacional” o “propia”, y que el sendero por el cual nos han llevado las circunstancias de nuestra realidad económica y política, es un camino equivocado. (…) con una estructura dual caracterizada por un sector precapitalista autóctono (…) especialmente subordinado a empresas extranjeras establecidas en el país, a la importación de bienes y servicios y al capital procedente del exterior (…) y un sector capitalista predominantemente extranjero.

Otros, han planteados aspectos relacionado a las tecnologías importadas, diseñada para el ahorro de mano de obra y mayor escala de producción que la requerida por el mercado venezolano, lo que constituyeron un verdadero obstáculo para la industrialización del país, con elevados precios, alto nivel de desempleo, capacidad industrial ociosa (40%) y productos de baja calidad que se resumen en una política de industrialización nacional de pocos logros, dependiente en grado sumo y derivada en gran parte de la existencia del Tratado de Reciprocidad Comercial con EEUU de 1952, con antecedentes en 1939[3].

LOS ALIMENTOS EN VENEZUELA, ENTRE OLIGOPOLIOS NACIONALES TRANSNACIONALIZADOS Y TRANSNACIONALES

Lo que en Venezuela, no tiene discusión en la actualidad y es costumbre afirmar, cuando hablamos de alimentos, que los mismos están controlados por oligopolios, de hecho el historiador Luis Britto García iniciaba un artículo en el año 2018 comentando que “es inaceptable que un oligopolio de doce empresarios irrespete tanto oferta como demanda y regulaciones, y condene a morir de hambre a treinta millones de compatriotas”[4]refiriéndose a los indiscriminados aumentos de precios de los alimentos por la falta de control estatal.

La explicación de la estructura oligopólica, proviene de los conceptos de la teoría de los juegos y el equilibrio de Nash[5], donde un conjunto de 2 o más, llamemos empresas, eligen cursos de acción o estrategia y se caracterizan por acuerdos entre ellas; frecuentemente eliminan la competencia entre rivales, beneficiándose todos; fijan precios por encima del costo de producción en conjunto, con referencia a la cantidad de cada empresa, con ganancias de acuerdo a su capacidad, pero no pierden; firman acuerdos para comportarse como monopolios; existe preocupación por los nuevos competidores; colocan barreras de entrada para impedir o reducir el riesgo producido de forma natural o fruto de decisiones como eliminar la competencia, economías de escala, diferenciación de costos y barreras legales[6].

Otra característica presente en el sistema agroalimentario venezolano, aparte de oligopólico, es “también dependiente del sector transnacional”[7]. En este sentido, una empresa transnacional es aquella de grandes dimensiones, dedicada a la producción de bienes o servicios, con al menos una filial de propiedad parcial o total en la economía nacional de otros países diferentes al originario (casa matriz)[8]; logrando expandir su influencia y gravitación económica a nivel mundial, controlando no sólo parte de la economía y el comercio internacional, sino la tecnología y desarrollo, cobrando enorme importancia en el mundo globalizado y capitalista[9]. Y es importante destacar, que “la expansión de estas empresas en el extranjero es principalmente mediante la inversión extranjera directa (IED), cuyo propósito es lograr el control parcial o completo sobre marketing, producción, u otras instalaciones en otra economía”; la cual “se acompaña con frecuencia de fusiones, absorciones, o alianzas intercorporativas con empresas de otras nacionalidades”[10]

Del escenario del proceso de industrialización venezolana, y en el marco de la geopolítica, echemos un vistazo al desarrollo de la industria alimentaria.

ENTRE LA PRIMERA Y LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Antes de la primera guerra mundial se registra que en Venezuela existía no más que “un sector artesanal adscrito a la economía rural latifundista”, y es hasta 1936 que se genera “sólo una lenta evolución de aquella artesanía hacia formas de pequeña y mediana industria”, (…) con “cerca de ocho mil establecimientos llamados industriales que no son otra cosa, en el fondo, que aquellos pequeños talleres de artesanía y pequeña industria”; relacionados en su mayoría en el campo de los alimentos a papelón, melaza, quesos y fábricas de “cervecerías, mantequilla y chocolates”[11], configurándose en unos de los cuadros industriales más pobres de América Latina.

Existen planteamientos que sostienen que en el período de la segunda guerra mundial existieron mejores posibilidades de desarrollo de la industria, no obstante que la misma no pudo aumentar su productividad por las dificultades de importación durante este tiempo, que incluyó irregulares importaciones desde EEUU para el abastecimiento de alimentos, cuya industria alimentaria se había transformado en fábricas de guerra para desarrollos y dotar en tiempo bélico a sus Fuerzas Armadas; por lo tanto es que surge en Venezuela un proceso manufacturero que incluso, adquiere tasas comparativamente superiores a la mayoría de países de la región entre 1950 y 1963 relacionado a los ingresos petroleros y la entrada de divisas particularmente en el período post guerra.

Es durante la post guerra que se impulsa en Venezuela una política de fomento industrial, acompañada por una supuesta “sustitución de importaciones”, ligado a la disponibilidad de divisas, tecnología avanzada, importación subsidiaria de maquinaria, materias primas y protección arancelaria. Los datos revelan que en efecto en el período entre 1941 – 1945 se importaban 340 millones de bolívares, el cual aumentó vertiginosamente entre 1946 – 1948 a 1887 millones de bolívares[12], contradictoriamente relacionado a la promoción de importaciones que alertaba incluso el Banco Central Venezuela (BCV); así nace la Corporación Venezolana de Fomento en 1946, bajo la influencia y experiencia a nivel internacional del Banco Mundial, otorgando créditos con montos privilegiados para el sector industrial de alimentos y en 1947, se auspicia el establecimiento y traslado al país de nuevas empresas industriales, acordando exoneración de los derechos de importación, en este caso de unidades industriales completas, a través del impulso a la inversión extranjera desarrollada de forma descontrolada en el sector, que resultó en la elaboración de un número mayor de artículos, para sustituir los que antes se importaban, mediante un desarrollo horizontal[13] de la industria, sin avances del proceso productivo en el desarrollo vertical[14] de la misma.

VENEZUELA ENTRE LA DOCTRINA TRUMAN Y LA REVOLUCIÓN VERDE

Ahora bien, la industria alimentaria en Venezuela, su condición oligopólica y transnacionalizada desde nuestro planteamiento, se configura de la mano del nacimiento de la política exterior de Food Power de EEUU impulsada a partir de 1940 con la firma del Tratado de Reciprocidad Comercial entre los dos países el 6 de noviembre de 1939, donde se concede reducción de las altas tarifas aduaneras de esa época[15] influyendo “en la sustitución de la dieta tradicional por alimentos importados de EEUU y Europa, así como la integración del sistema agroalimentario venezolano a los mercados internacionales”[16] y que se reafirma en el Tratado Modificado de Reciprocidad Comercial del 28 de agosto de 1952 donde se vuelve a conceder la reducción arancelaria a las tres cuartas partes de las importaciones de EEUU a cambio de “ciertas ventajas” preferenciales para el petróleo venezolano, con el fin de estimular la inversión extranjera en Venezuela. En líneas gruesas se le concede a EEUU la exportación de 182 rubros “desde garbanzos a aeroplanos”[17] y Venezuela apenas a 21 productos en su mayoría petroleo y derivados de hierro, por lo tanto sólo obtiene la eliminación de la cuota establecida en 1939 para sus productos petroleros, con ventajas para los mismos intereses de los EEUU[18], manteniéndose hasta 1972.

En este contexto, las grandes compañías estadounidenses de molienda y alimentos comenzaron a establecerse en el país por las políticas adoptadas, y como consecuencia, el desarrollo de la industria se realizó bajo la tutela generalmente de las corporaciones norteamericanas a cambio de la oferta estable de alimentos baratos y el impulso del mercado para la supuesta expansión de la agricultura local, en la cual estas industrias preferían “importar granos, particularmente el trigo bajo el amparo de ley LP-480”[19] que en 1954 se convertía en el programa de asistencia alimentaria de EEUU para el extranjero, sentando las bases para una expansión permanente de las exportaciones de sus productos agrícolas como parte de la Doctrina Truman[20], para la contención del comunismo durante la Guerra Fría, incrementando en Venezuela de manera considerable la importación de granos con la obtención de tasas de cambio especiales, así como la exención de aranceles a la importación.

La LP-480 no era mas que su posterior programa “alimentos para la paz”, concebido como un programa de ayuda, que permitió la venta de los excedentes agrícolas de EEUU “en términos concesionarios a los países menos desarrollados”, entre los cuales estaba Venezuela y (…) “reducía los retornos a la agricultura en los países que (la) recibían”. Por lo tanto, se aplicó como un subsidio de exportación utilizado incluso “en la grandes ventas de trigo a la Unión Soviética en 1973”[21], mismo año en el cual Henry Kissinger, exsecretario de Estado de los Estados Unidos y consejero de seguridad nacional en plena crisis del petróleo, durante los gobiernos de Richard Nixón y Gerald Ford, planteaba la relación de los alimentos y los recursos naturales estratégicos, en la presentación de un proyecto de independencia energética para los Estados Unidos en 1974, sosteniendo que “quien controla los alimentos, controlará a la gente, quien controla el petróleo, controlará a las naciones”; por lo tanto, se convirtió a los alimentos, en un tema de seguridad nacional.

Por otra parte, en el marco de la geopolítica mundial también se infiere, que las políticas desarrolladas en los países en vía de desarrollo, incluyendo a Venezuela fueron las destinadas para la aplicación de lo que se denominó la “Revolución Verde”, como máxima premisa de lo que se llamaría el incremento de la producción agrícola mundial y por ende de alimentos; en cierta medida en este período se inicia una mayor influencia que tenía como fin último el control del poder mundial, para ello EEUU crea en 1960 la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) y lanza el Programa de alimentos para el mundo en 1963[22]. Es en 1968 que el director de la USAID[23] plantea, “estos y otros desarrollos en el campo de la agricultura contienen los ingredientes de una nueva revolución. No es una violenta revolución roja como la de los soviéticos, ni es una revolución blanca como la del Sha de Irán. Yo la llamo la revolución verde”, de ahí se usaría por primera vez la terminología con la que se expande la política Food Power de EEUU, para la contención de países durante la guerra fría, a través de la asistencia extranjera que no es más que la expansión del crecimiento de inversiones del sector privado norteamericano a nivel internacional, llevando luego a los países a la transición del libre mercado en los años 90 y por consiguiente mayores oportunidades para “los máximos referentes y corporaciones de origen norteamericano del sistema agroalimentario: productores de maquinaria, de semillas, insumos, energía, créditos agrícolas, procesamiento y logística comercial (como Stándar Oil, Chase Manhattan Bank, Cargill, Cartepillar, Jonh Deere, Monsanto, Dow, United Fruit, Gerber y Ralston Purina entre otras)”[24] que la fundación Rockefeller nucleaba desde 1940 e impulsaba finalmente a través de este programa, relacionado a una matriz industrial de petróleo y gas del cual formaban parte, representada en Venezuela por Creole Petroleum Corporation, filial de Stándar Oil[25] (actual Exxon Mobil) que poseía el 95 % de la propiedad y en los años 40, esta subsidiaria, era la mayor productora de petróleo del mundo.

Por lo tanto, es evidente que Venezuela no escapó a esta intervención, menos por su proximidad geográfica en cuanto a la proyección de poder de EEUU, cuando todas las empresas referentes norteamericanas relacionadas con el sistema agroalimentario e hidrocarburos se instalaron en el mismo, además como ya mencionamos incidiendo en el cambio de la cultura alimentaria nacional.

Uno de los casos más relevantes es el consumo de trigo, y aunque desde 1826 se dice que introdujeron los primeros barriles de trigo en Venezuela, por parte del inglés Jhon Boulton, y así se inició por el mismo la instalación del primer molino en el país de forma incipiente, es hasta 1957 que la International Multifoods Corporation (EEUU) inicia la construcción del primer molino de trigo y comienza la producción de harina “Robin Hood” para el consumo de alimentos, que hasta la fecha como materia prima se sigue importando en su totalidad, ver gráfica 1.

GRÁFICA 1. Relación de producción-importación en el incremento del consumo de trigo en Venezuela (1998 – 2014)

Fuente: csánchezyg, SAV componente del poder nacional. Cálculos propios con datos de Saber.ula.ve Hojas de balance de alimentos INN 1998 – 2013

EL CONTROL DE LOS ALIMENTOS EN VENEZUELA: PRINCIPALES EMPRESAS

En este caso, las llamadas “tres grandes de EEUU” en referencia a la International Milling (ahora International Multifoods Corporation), General Mills y Pillsburg se establecieron en Venezuela, además de la Ralston Purina, principalmente a través de la instalación de molinos y procesamiento de alimentos; que amparadas en la LP-480, realizaron las mayores importaciones de trigo. Entre el año 1961 – 1965 ejecutaron compras que “promediaron el 80 % de la producción interna de cereales” y el trigo correspondía “al 90 % de esas adquisiciones”. Y de 1981 – 1985 “las compras totales de granos representaban el 174 % de la producción interna”; que en comparación con México, durante estos períodos fueron de 2, 6 % a 25,7 % y en Colombia 12 % a 25 %, respectivamente. Esto permitió el aumento rápido de la concentración y el dominio extranjero de la industria alimentaria[26].

En los 70[27], “la International Multifoods Corporation y la General Mills procesaron más del 50 % del trigo importado” en la industria de alimentos para animales “La Raltson Purina, International Foods Monarca, Polar y el Grupo Mendoza-Boulton (la más importante firma nacional) controlaban el 85 % de la oferta. En la rama avícola Raltson Purina, General Mills y Eugenio Mendoza aportaron el 60 % de la producción”; y con esto “el sector agrícola caía en el estancamiento”.

En la actualidad las máximas empresas manufactureras, referentes importadoras y procesadoras de trigo y otros alimentos en Venezuela de consumo masivo y control de la dieta nacional son Monaca y Cargill; dentro de las cuales se encuentra Empresas Polar. Ver imagen 1.

IMAGÉN 1. Principales empresas oligopólicas nacionales y transnacionales presentes en el sistema agroalimentario venezolano.

Fuente: Elaborado por csánchezyg (2019)

INTERNATIONAL MULTIFOODS CORPORATION (EEUU) LLEGA A VENEZUELA CON MONACA

En Venezuela, Molinos Nacionales C.A. (MONACA) se abrió bajo la subsidiaria Robin Hood Flour Mills Limited en los años 1956 -1957, perteneciente a la entonces International Milling (EEUU), que en los años 1990 paso a llamarse Internacional Multifoods Corporation, ampliándose de sólo una empresa de molienda de harina y alimentos de consumo a una empresa de distribución, fabricación y servicios alimentarios, estructurándose en tres unidades de negocio denominadas Multifoods Distribution Group, América del Norte Alimentos y Venezuela Alimentos, por lo tanto, MONACA representaba la tercera dependencia de la familia Internacional Multifoods Corporation.

Desde el establecimiento en el país de MONACA, se convirtió rápidamente en una “compañía líder de alimentos”, (…) “rentable desde el principio” y a finales de 1990, representó aproximadamente el «14 por ciento de las ventas locales de la empresa y el 25 por ciento de los ingresos de explotación» según un documento de Internacional Multifoods[28].

En el año 1999, se convierte en filial del Grupo Maseca (GRUMA), la corporación Mexicana líder del mundo en harina de maíz y tortillas, cuya presencia en el país la hace con DEMASECA operando desde el año 1993, con el procesamiento de derivados de maíz, cuyo accionista mayoritario era el grupo empresarial; en 1995 abre DEMASA para harina de maíz y DECASA para procesamiento de harina de arroz y maíz. En el 2007, integra MONACA y DEMASECA y en la actualidad es manufacturera y comercializadora de productos alimenticios como harina de maíz, de trigo, arroz y avena y otros productos industriales, en 12 plantas y 10 centros de distribución. Según, GRUMA dio de baja sus acciones en el año 2015.

Entre los productos, posee harina de trigo, mezclas de postres, panadería y pastelería Robin Hodd, harina de maíz y mezclas Juana, avena Lassie, especies La Comadre, Harina de trigo empresas Polar, Harina galletera Loro Rojo, Harina de maíz precocida Demasa y arroz Mónica.

En resumen, la International Multifoods Corporation fue una de las tres grandes de EEUU que se instaló en Venezuela, según algunas correlaciones desde 1953, hasta la instalación de su primer molino en 1957, coincidiendo con la época de industrialización y política de sustitución de importaciones de alimentos y materia prima barata para la industria naciente. Situación presente aún en el año 2011, cuando GRUMA hace público en su informe de fin de año que podían tener dificultades en la importación de requerimientos de materia prima como resultado del control cambiario; y enfrentar mayores costos debido a la implementación de tarifas a la importación, aunado a la repatriación de dividendos de GRUMA Venezuela”[29].

CARGILL, HEREDERA DE GENERAL MILLS, PILLSBURY Y RALSTON PURINA (EEUU)

CARGILL es una empresa transnacional de compra, venta, procesado y distribución de granos y cultivos que inició sus operaciones en Venezuela en el año 1986, a través de una asociación estratégica con Mimesa C.A, empresa de fabricación de harinas y pastas alimenticias, según puede leerse en su página principal sobre la historia de CARGILL Venezuela[30], adquiriendo en 1990 todas las acciones de la empresa venezolana y con ella apropiándose de la marca Mimesa. Desde que se estableció en el país hasta el año 2006 se consolidó con la compra de Pastificio Universal (1988) y Pillsbury (1989); incorporándose en el negocio de los aceites refinados y grasas con la compra de La Torre del Oro (1990) y las plantas aceiteras de Mavesa (1993) mediante transacción de activos; entrando al negocio del arroz con la adquisición de la planta productora de arroz Santa Ana (1994). En 1995, se asocia con PEQUIVEN para la creación de PRODUSAL convirtiéndose en la principal productora de sal del país, categoría que también ostenta CARGILL a nivel mundial. Con la adquisición de Gramoven (Grandes Molinos de Venezuela/subsidiaria de Bunge y Born) (1998), se convertía en la mayor referencia de harinas y pastas alimenticias. En el año 2001 ingresaba al negocio de los alimentos para mascotas con la adquisición de Agribrands International Inc, propiedad de la Ralston Purina, transnacional que ese año escinde el negocio internacional, pasando a llamarse Agribands CARGILL[31] y convirtiéndose en una de las mayores empresas del mundo en nutrición animal. Una de las últimas adquisiciones, durante el 2006 corresponde a Molinos de Trigo (Molinarca) de Alfonso Rivas & Cia.

Relacionado con todas las adquisiciones realizadas desde su establecimiento en 1986, CARGILL pasa a controlar varias de las principales marcas de consumo masivo venezolano, directamente proporcional a su configuración de empresa transnacional que, a través de asociaciones, logró expandir su influencia, llegando a controlar parcial o totalmente la política de marketing; es así que posee la Harina de trigo Blancaflor (Propiedad de Molinos del Río del Plata–Argentina), Pasta Ronco, Pasta Milani, Mimesa, Aceite Vatel, Aceite Purilev (canola) y Los Tres Cochinitos; en ingredientes de comida tiene a Gramoven, Rey del Norte, Branca (girasol y soya), aceite de soya para mayonesa, aceite de palma, aceite de girasol, mantecas y harinas TRESCO, margarina La Rendidora, levaduras: Mauripan (propiedad de ConAgra Foods (otra transnacional de EEUU)) y sémola Durum para pastas; en alimentos para animales posee licencia de la marca Purina y Chow, la cual comparte con Nestlé luego de fusionarse la Ralston Purina con la subsidiaria Friskies Nestle PetCare Company pasando a denominarse Nestle Purina PetCare Company; además de ser la principal productora de sal en Venezuela para consumo humano, animal, industrial (petrolera, químico y petroquímico). Con estos movimientos, pasaron a controlar el 51 % de pastas en Venezuela, al absorber a Gramoven y otras empresas y controlar el 38 % de aceite, generando una concentración de mercado”[32]

La construcción de la cartelización oligopólica en este caso, puede evidenciarse con sólo citar algunos ejemplos; mediante una “alianza de intercambio de activos” con MAVESA, obtuvo “la línea de aceites industriales así como sus marcas de aceite comestible (dentro de los cuales se encontraba la acreditada marca Vatel); por su parte, Cargill traspasó a Mavesa la línea de productos denominada “La Torre del Oro” (que pertenecía a Laurak y que antes había sido adquirida por Cargill)” (…) incluyendo la misma “el compromiso de abastecimiento de materias primas por parte de Cargill a Mavesa”[33]. Mismo compromiso que asume la transnacional con Alfonso Rivas & Cia en 2006 cuando adquiere Molinos de Trigo, prescindiendo esta última de “un área que (para ellos) representaba menos de 6% de los ingresos totales de la empresa”[34], dejando a su sucesor “como suplidor de harinas de la compañía”[35], a través de la cual, abandonaba el área industrial y se concentraba en “productos de consumo masivo”.

Esto es, que la transnacional ligada al empresariado nacional cartelizado y oligopolizado, copó las líneas de harina de trigo (panificación, pastelería y pastas), aceite y arroz, los cuales son tres de los alimentos de mayor importancia en la dieta nacional.

POLAR: DE CERVECERÍA A INTERNATIONAL GRAINS & CEREAL (VENEZUELA)

De POLAR bastante se ha escrito, y su relación oligopólica directa en el sector de alimentos. Esta empresa entre sus negocios y marcas, posee Cervecería Polar, Alimentos Polar y Pepsicola Venezuela, considerándose “conglomerado industrial dedicado a la producción y distribución de alimentos en Venezuela, la cual posee marcas líderes reconocidas en cada segmento del mercado”, según su página principal en internet donde confiere su fundación al año 1940 en la producción de cervezas, además coincide con el proceso de extranjerización del sistema agroalimentario nacional, sin embargo, no es hasta 1960, veinte años más tarde que realmente entra al negocio de los alimentos de importancia en la dieta nacional, con el lanzamiento de la harina de maíz para consumo humano, más allá de los alimentos para animales; en 1986 entra al negocio del arroz a través de la Corporación Corina; en 1987 un año más tarde que la Cargill entra al de pastas alimenticias con Mosaca; en el mismo año adquieren helados EFE; y en el 2001, realizan la adquisición del 100 % de las acciones de Mavesa (grasas) y es en el 2003 que crea “Alimentos Polar”, en los inicios de la Revolución Bolivariana.

En el año 1989, POLAR en una asociación Joint Venture con Frito Lay, empresa de PepsiCo como forma de esta última posicionarse en el mercado nacional, crean Snack América Latina, de la cual adquiere el 100 % de propiedad PepsiCo en el año 2007 pasando a denominarse PepsiCo Alimentos. En el área de refrescos ingresa con la compra de Golden Cup en el año 1993, y en 1996 en medio de la “guerra de los refrescos” entre Coca Cola y PepsiCo, con la Organización Cisneros, es que realiza una alianza con PepsiCo, y nace PepsiCo Venezuela, Joint Venture mantenida hasta el presente. Así mismo, es su relación con Quaker y Gatorade, a través de PepsiCo, cuando este gigante de bebidas y alimentos las adquiere en el año 2001.

Por último, entra al área de lácteos en el año 2012, específicamente con la instalación de una planta de yogures en asociación con el Grupo Leche Pascual de España, y nace MiGurt, la cual es denominada a partir del 2015 Migurt Andina Holdings, con la adquisición completa de las acciones por parte de POLAR.

Más allá de Alimentos POLAR Colombia S.A.S, donde se estableció en 1996; se incorpora en el año 2013, en Estados Unidos (Texas), a través de International Grains & Cereal, la cual se supone es una división de Empresas Polar[36], desde donde realiza las exportaciones de Harina Pan en diferentes presentaciones para los mercados internacionales, aunque también sigue utilizando su manufacturera colombiana.

La posición de dominio de POLAR está directamente relacionada a las marcas de alimentos como cualquier empresa, por lo tanto, cuenta con PAN, Primor, Mazeite, Mavesa, Riquesa, Pampero, Atun Margarita, adicionalmente a las marcas de bebidas propias o por derechos otorgados generalmente de PepsiCo como Quaker, Toddy y Liptón.

Con estos productos, forma parte de las tres empresas que controlan el consumo nacional de alimentos de la cesta básica, y otras presentaciones de carácter industrial y alimentos para mascotas, de hecho en el resumen del dictamen de calificación de riesgo de PROVENCESA[37] (negocio de Polar) del 2010 y 2014, refiere que la participación en el mercado de los productos alimenticios Polar, en su mayoría está por encima al 50 %, donde se destacan las harina de maíz, avenas, margarina, mayonesa y atún; y por otra parte, destacan a sus competidores, por categoría, de los cuales especifican a MONACA (harina de maíz, margarina y avena) y CARGILL (en pastas y aceites), Kraft y Heinz (sólo en Ketchup y Mayonesa).

Por último, en el análisis de riesgo del informe sobre la empresa, destaca como primer punto, la política de regulación de productos de la cesta básica, así como la fijación de cuotas de producción de los mismos, a lo cual la empresa plantea que para superar la misma divide los productos en regulados (aclara que son la harina de maíz, pasta, aceite y arroz) y no regulados para garantizar las ganancias; en segundo lugar ubica el riesgo de mercado, y afirma que la red de distribución del Estado comercializa a menor precio los productos de consumo masivo lo cual “ha incidido sobre las ventas y márgenes de rentabilidad de la empresa” y en tercer lugar, el riesgo cambiario por la “dependencia y vulnerabilidad ante las autorizaciones de adquisición y liquidación de divisas” relacionado a la importación de materias primas, en el cual el negocio de Bebidas Polar es altamente dependiente, donde se reconoce que este mercado está caracterizado por estructuras oligopólicas y duopólicas, con un control de mercado de 80 % en cervezas, 97 % en maltas y 44 % en gaseosas.

En otro orden de ideas, también se relaciona a POLAR con acciones en la privatización de PDVSA y transnacionalización de PEQUIVEN. Siendo uno de los casos particulares de esta empresa, su participación directa a partir del año 1997 en el sector petrolero, específicamente en la tercera (III) y última Ronda de convenios operativos de la “Apertura petrolera”, en la cual gana la segunda licitación de la jornada, para operar en primera instancia dos campos petroleros en el oriente del país (estado Anzoátegui), en asociación con Atlantic Richfield Company (Arco), compañía petrolera estadounidense e Inemaka S.A y con operación de Inelectra S.A; que con la promulgación de leyes y decretos a partir de la Ley de hidrocarburos de 2001, vio afectada su participación. Ver imagen 2.

IMAGEN 2. Reseña del ingreso de Polar al sector petrolero en el proceso de apertura petrolera, 1997.

Fuente: Diario 2001 de Venezuela del 3 de junio de 1997.

De hecho, Polar es acusada de haber paralizado sus plantas de procesamiento de alimentos durante el paro petrolero del 2002; sin embargo en el año 2006, mediante el proceso de migración se crea Petrolera Kaki, en la cual PDVSA asume el 60 % de la participación, Inemaka el 22,6 % (empresa perteneciente a Inepetrol, sueca de hidrocarburos en exploración y producción) y Polar con el 17,3 %.

En el caso de PEQUIVEN, tenía participación en Fertinitro (empresa mixta) por la que Gambrinus Corporation de Barbados, una asociación a la que Polar supuestamente le traspasó en el 2008 el 10 % de las acciones, demandó a Venezuela invocando el Tratado de Inversión Internacional entre la República Bolivariana de Venezuela y Barbados buscando la garantía de “una justa compensación a los inversores por los terrenos expropiados y nacionalizados” sustentado en que Grambrinus era una empresa debidamente registrada en Barbados, filial de Empresas Polar de Venezuela[38], quedando claro posteriormente que la demandante no era la propietaria de las acciones[39].

Otro dato señalado en anteriores investigaciones[40] es que POLAR continúa afianzando sus lazos a las grandes corporaciones transnacionales, esta vez con el Credit Suisse Group (a través de Clariden Leu Ltd) y el Deustche Bank (a través de su subsidiaria Amidala, B.V.), poseen en conjunto la mayoría accionaria de la empresa Alimentos Polar, C.A., por la cual es clasificada por la Superintendencia de Inversiones Extranjeras de Venezuela (SIEX) como empresa extranjera.

Volviendo al tema de MONACA, CARGILL y POLAR:

Volviendo al tema de Monaca, Cargill y Polar, estas tres empresas se dividen en la presentación de sus productos, la mayoría del consumo masivo de alimentos en cuanto a, las preferencias y presentaciones de marcas; en las cuales podemos incluir a Industrias Alimenticia Nacional de Cereales y Harinas C.A (Iancarina C.A), empresa establecida según registros en 1960 para la molienda de arroz y harinas, naciendo la marca Mary en 1980, y es en 1995 que en una fusión de IANCA (trilla) e Iancarina, nace Arroz Mary, ocupando un lugar entre las primeras dos marcas existente de arroz, después de Arroz Primor de POLAR, además de algunos otros alimentos de consumo masivo, que en comparación con las tres primeras, no afecta la relación de dominio. Ver cuadro 1.

CUADRO 1. Principales empresas oligopólicas nacionales y transnacionales presentes en el sistema agroalimentario venezolano que controlan el consumo masivo de alimentos de la dieta nacional.

Fuente: Elaborado por csanchezyg (2019)

OTRAS TRANSNACIONALES DE LA INDUSTRIA DE ALIMENTOS EN VENEZUELA

Como es bien sabido, existen a nivel mundial alrededor de 10 grandes transnacionales que controlan el mercado mundial de alimentos; esto quiere decir que adicional a la posición de dominio que ejercen en Venezuela MONACA, CARGILL y POLAR, debe sumarsele la presencia de Nestlé, General Mills, Associated British Foods (ABS), Unilever, PepsiCo, Coca Cola, y Mondelez Internacional Inc, cómo algunas de los ejemplos más palpables de la configuración de la industria de alimentos en Venezuela y su influencia en el sistema agroalimentario venezolano. Ver imagén 3.

IMAGEN 3. Otras transnacionales que controlan el sistema agroalimentario en Venezuela

Fuente: Elaborado por csanchezyg (2019)

NESTLE (Suiza), considerada la mas grande de las transnacionales de alimentos en la actualidad, tiene alta presencia en Venezuela desde el año 1941 con la instalación de la primera planta pulverizadora de leche[41] y la puesta en marcha del secado para leche en polvo, cuya patente había adquirido en 1916 a través de la compra de Egron[42], empresa Noruega que patentó el proceso, poniendo en marcha en el país otro ejemplo de sustitución del consumo tradicional; y si usted quiere saber porque en Venezuela existe preferencia por la leche en polvo, esta es la respuesta.

Entre 1957 y 1961 crece con dos nuevas plantas en El Tocuyo y La Encrucijada y a partir de 1987 inicia un proceso de adquisiciones, en primer lugar de SAVOY, importante empresa lider chocolatera venezolana y con ella las famosas marcas Toronto, Ping Pong, Bolero, Susy, Candy, Cocosette, Samba y Cri Cri; compra El Piñal[43] (1996), PROTINAL en 1997 y con ellas sus marcas Perrarina y otras del segmento de alimentos para mascotas, que fortalece con las marcas Purina y Chow en Venezuela con la adquisición de la transnacional Ralston Purina en el 2001; adquiere Cadipro Milk Products C.A e INLACA en el 2003; y en el 2007 a nivel mundial Novartis Medical (Gerber) y con ella el control de los productos de colados y compotas posicionados en Venezuela.

NESTÉ realizó alianza en el año 1991 con la General Mills (EEUU), cuya presencia en Venezuela ya hemos mencionado a través de los Molinos Nacionales para la manufactura del trigo desde 1961 y que con la adquisición de la Pillsbury (EEUU) en el 2001 por parte de esta, también absorvió en el país a DIVE C.A- Diablitos Underwood (1961) con su producto alimenticio altamente posicionado en el mercado nacional; de esta asociación nació NESTEA Cereal Partners Wolwide y con ellas las marcas Nesquik y Fitness, entre otras muy conocidas nacionalmente, y cuya propiedad es total de Nestlé desde el 2018. Con Coca Cola, también en alianza, nace NESTEA Beverage Partners Wolwide (1991) y con ella la popular bebida NESTEA, comercializada en Venezuela y con ello Nestlé Venezuela, controla Camprolac, Cerelac, Maggi, NESTLE Milo, Nescafé, Nesfruta, NESTEA, NESTLE (Choco), Rica Chicha, Svetty, Tu bebe sano, NESTLE Savoy.

Por otra parte, Associated British Foods (SBF) de Gran Bretaña, comparte la propiedad de Ovomaltine (Ovaltine) con Nestlé; producto elaborado en Venezuela por Alfonso Rivas & Cia quien posee derechos para explotar la marca y elaborar productos de la transnacional, al igual que lo hace con Mc Cormick & Company Inc[44], a través de sus condimentos, saborizadores y Té Listo desde 1999, cuando la transancional liquida sus operaciones directas en el país desde 1964 y realiza el traspaso.

A Unilever[45] (Gran Bretaña y Holanda) en Venezuela cualquiera pudiera relacionarla sólo con su línea de hogar e higiene personal, sin embargo, además de ser dueño de Knorr, posee negocios en té y helados; es por ello que a través de su empresa Heartbrand creada en 1986, tiene en su poder Helados Tío Rico[46], la segunda preferencia de helados después de EFE en el país, la cual compró en el año 1995 a la Organización Cisneros. Y por otra parte, en alianza desde 1991 con PepsiCo, crearon PepsiCo Lipton International, cuya marca es la reconocida Liptón té.

PepsiCo[47] (EEUU) en Venezuela tiene presencia desde 1939, a través de la representación de la marca y franquicia para embotellar, comercializar y distribuir la Pepsi Cola por parte de la Organización Cisneros, cuya asociación se mantuvo hasta 1996, cuando rompe con la transnacional para asociarse con la Coca Cola.

Es entonces, que una vez retirado el aparato industrial a disposición de Pepsi por parte de la Organización Cisneros a favor de Coca Cola; está realiza una alianza en 1997 con Polar para crear PepsiCola Venezuela, la cual se mantiene hasta la fecha; ampliando la asociación que se había iniciado en 1989 con el nacimiento de PepsiCo alimentos, sólo que esta desde el 2007 es propiedad 100 % PepsiCo, como se mencionó anteriormente.

Así que en la actualidad, a través de diferentes sociedades y adquisiciones PepsiCo pasó de sólo tener presencia a través de las colas y refrescos a poseer las marcas Pepsi, Quaker, Lays, Gatorade, 7up, Tropicana, Doritos, Cheetos, Ruffles, y el popular Toddy, entre otras, así sean distribuidas por POLAR.

La otra grande de los refrescos es Coca Cola (EEUU), empresa transnacional que en 1905 le compra para sus bebidas, la totalidad del primer gran éxito de Monsanto, la sacarina. Su presencia en Venezuela es desde 1922, cuando Boulton[48], importaba la bebida particularmente a Maracaibo para satisfacer a su clientela norteamericana, ligada a la industria petrolera; sin embargo aterriza en el país formalmente en el año 1996 de la mano de la Organización Cisneros, la cual le vende las marcas de bebidas Hit, Chinotto y Frescolita creadas desde 1955 y así en el 2003 inicia operaciones Coca Cola FEMSA hasta la actualidad. Las marcas son reconocidas, abundan en cualquier establecimiento del país.

Mondelez Internacional Inc (EEUU), otra gigante del mercado de alimentos, es desde 2012 la heredera de los productos snacks de Kraft Foods Group, presente en Venezuela con reconocidas marcas cómo Oreo, Club Social, Ritz, Chip&Hoy, Tang, entre otras. La segunda división del negocio de Kraft correspondiente a alimentos, es desde el 2013 Kraft Heinz Company (EEUU), resultado de la fusión de ambas transnacionales, que agrupan desde entoces las marcas de los productos altamente reconocidos en el país Kraft, Heinz, Philadelfhia y Oscar Mayer, representadas a traves de Heinz Venezuela.

Como vemos, estas transnacionales no sólo están entre las 10 empresas que controlan los alimentos en el mundo, es que entre ellas existen estrechas alianzas para controlar el mercado, y no es precisamente Venezuela quien escapa a esa posición de dominio. En el caso particular, es desconocido inclusive por venezolanos, que promueven un falso venezolanismo, a través de marcas que desde 1987, no son nacionales, como se muestran en la siguiente imagen.

Fuente: Carola Chávez (2018)[49]

LAS TRANSNACIONALES DE ALIMENTOS Y LA COMPETENCIA POR LOS RECURSOS NATURALES VENEZOLANOS

Vale la pena aclarar, que es la industrialización dentro de la globalización[50], la generadora de mayor demanda y utilización de recursos básicos como la energía (petróleo y gas), minerales, y en el caso de los alimentos se suma la tierra, el agua y otros; en la cual las empresas transnacionales se convierten en el principal actor en la búsqueda cada vez mayor de la maximización de sus ganancias, y por tanto, en hacerse con el control a través de la inversión extranjera de la economía, el comercio internacional, la tecnología y desarrollo; en sus diferentes asociaciones, fusiones o alianzas, con empresas nacionales, que al final terminan obsequiando a estas, el control total del marketing, la producción y las instalaciones y como es evidente en la industria nacional de alimentos, aumentando las vulnerabilidades en torno al sistema agroalimentario venezolano.

Un ejemplo concreto, de porque se establecen las empresas transnacionales en Venezuela, en primer lugar, la ubicación geográfica privilegiada del país; además de las condiciones históricas del suministro de energía como unos de los más baratos del mundo, para el movimiento de todo el aparato industrial, provenga esta de la hidroeléctrica o de los derivados del petróleo y gas. Así como, para todo el parque automotor que necesita, sin olvidar el suministro de agua potable. Por otra parte, la importación siempre privilegiada de materias primas generalmente desde sus casas matrices, para la posterior repatriación de dividendos e inclusive de exportación de productos, cuyas divisas también pertenecen a su país originario, a lo que cabe preguntarse si lo que queda de la llamada industria nacional, efectivamente utiliza a Venezuela como su casa matriz, en este caso POLAR u otra.

Pero no sólo es energía, aunque parezca imposible, cuentan en el país con la capacidad de producción agrícola, como el caso de Nestlé que en cuanto a sus prioridades, debe lograr sus suministros de materia prima, por lo que ejecuta en Brasil, Ecuador, Costa de Marfil, Ghana, Indonesia, México y Venezuela, su llamado Plan Cacao Nestlé[51]. Esto es, que los principales siete países con el mejor cacao del mundo, son considerados fuentes proveedoras para la explotación de recursos naturales. A los que se puede mencionar también, la ejecución del plan de fomento lechero y de café. O el caso de Cargill, que en 2017, realizaba junto a la Cooperativa BioAgro una investigación “para crear y desarrollar una variedad tropical de trigo por medio de la obtención de materiales genéticos locales, con el fin de mejorar e incrementar la producción industrial del país”[52]; pues en semillas, es tener control sobre el material genético que está enmarcado en el desarrollo del ámbito científico tecnológico, punta de lanza de las transnacionales del know–how del sector agrícola; que pueden llegar a controlar los territorios a través de la posesión de las patentes y desarrollos biotecnológicos de semillas y otros recursos.

Planteamientos finales

Evidentemente, Venezuela desde sus inicios no pudo desarrollar una industria alimentaria independiente de la transnacionalización y los intereses del capital extranjero, de materias primas importadas, así como de las tecnologías[53], alcanzando su máximo nivel de “crecimiento” en 1979[54], y a partir de allí, el declive de la misma, coincidente con el arranque por parte de la USAID de “una nueva decada”[55] orientada a aumentar “el poder de expansión de crecimiento de inversiones del sector privado a nivel nacional e internacional”[56], en la cual la industria de alimentos venezolana profundizó su extranjerización, coincidente además, con la caída de los precios del petróleo en los años 80, que llevó al sector privado a las desnacionalizaciones, cómo en el público a las privatizaciones de la industria estatal, siendo el caso de Indulac[57] – Parmalat unos de los más relevantes.

En la actualidad, ese panorama no ha cambiado, en Venezuela el control de la industria de alimentos está en manos de oligopolios nacionales transnacionalizados y transnacionales mayoritariamente con casas matrices en EEUU, Suiza y Gran Bretaña; por lo tanto, es importante, destacar que cualquier estrategia nacional que se lleve a cabo en el sector industrial de alimentos, debe hacerse tomando en consideración que el sistema agroalimentario es constituyente del poder nacional[58], o sea el autoabastecimiento de alimentos, pero también lo es la industrialización; sobre todo en este período de evidente bloqueo económico, financiero y comercial a través de la aplicación de sanciones por parte de EEUU, con el fin de desmejorar las condiciones de vida de la población venezolana, buscando el colapso del gobierno “aunque se produzca un período de sufrimiento en términos de meses o años”[59], y que en el marco de la caída abrupta de los precios de petróleo (2014) y la actual baja de producción, termina “inhabilitando” al Estado para seguir financiando o invirtiendo tanto en la industria estatal como privada; en la cual destacamos “la instalación desde cero de infraestructura relacionada a los procesos productivos, diseminada a nivel nacional, relacionada a fábricas o plantas agroindustriales hasta en los sitios más inhóspitos del país”[60] configurándose en una industria alimentaria pública, nacida al amparo del Estado durante los últimos 20 años, como parte de un impulso estatal[61]con el fin de alcanzar el desarrollo nacional, asociadas en su mayoría a la manufactura de productos de consumo masivo de la dieta básica alimentaria, que con el tiempo fueron tomando espacio en el mercado de alimentos, aunque no suficiente para acabar la posición de dominio al oligopolio descrito, evidenciándose la necesidad de mayor participación de otros actores, y que en estos momentos entra a una etapa de promoción de “alianzas con actores privados”.

En este mismo orden de ideas, estas “alianzas con actores privados” amparados suponemos, en el Decreto 39.945 del 2012, relacionado a “alianzas estratégicas, empresas conjuntas o conglomerados”, deben tener en cuenta ante todo un plan estructurado, que le reste al sector oligopólico nacional transnacionalizado y transnacional su posición de dominio; evidenciándose por el contrario, que todo este entramado industrial del Estado esta pasando por una etapa de fraccionamiento, en multiplicidad de asociaciones, sin un intento estratégico por ejemplo de posicionamiento de marcas, pues cada industria por separado acuña un producto y nombre distinto por fábrica, incluso en el mismo rubro, respondiendo a los intereses de cada empresa o actor con la que se realiza la misma, por lo que a simple vista demuestra que es sólo una jugada para activar o mantener a costa de cualquier precio la infraestructura, sin embargo advertimos que mediante este formato, entraran en la “trituradora” transnacional; en primer lugar, de manos del Estado pasarán a un proceso de privatización de acuerdo a la participación accionaria y el peso en la toma de decisiones; y una vez retirado el Estado protector, se asociará con el capital extranjero en la búsqueda de inversiones para capital y materia prima importada; para posarse al final en manos transnacionales, controlando el marketing, si es que algún producto llega a posicionarse o en todo caso hacerse de la infraestructura. Así que más temprano que tarde por omisión o ingenuidad, serán privatizadas y transnacionalizadas, cumpliendo el ciclo histórico venezolano de las manufactureras de alimentos, reproduciéndose la vulnerabilidad para los intereses y  la seguridad de la nación; y donde la participación del Estado es primordial en la consolidación de una estrategia nacional que rompa definitivamente el ciclo del proceso de oligopolización y transnacionalización de la industria alimentaria nacional pública o privada.


[1] (Lucas, Industrialización contemporánea de Venezuela. Política, 2006), (Primera edición ed.). Caracas: https://books.google.com.ar/books?id=IV9JKv7IDmIC&printsec=frontcover&hl=es&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false. Presidente Emérito del Consejo Industrial de Venezuela. (CONINDUSTRIA)

[2] (Araujo, 2010) Referente intelectual, economista, docente, investigador, escritor y crítico literario venezolano. La industrialización en Venezuela. Recuperado el 21 de 05 de 2019, de Revista del Banco Central de Venezuela. Biblioteca del pensamiento económico. Volumen XXIV. N° 1: http://200.74.197.130/Upload/Publicaciones/rbcvs012010.pdf

[3] (Heliodoro L. Claverie Rodríguez, 1997) El tratado modificado de reciprocidad comercial. Recuperado el 22 de 05 de 2019, de https://revistaei.uchile.cl/index.php/REI/article/download/17697/19634/

[4] (Britto García, 2018) Referente escritor, historiador, ensayista y dramaturgo venezolano. VTactual. Recuperado el 22 de 05 de 2019, de 12 empresarios hacen el oligopolio venezolano: https://www.vtactual.com/es/luis-britto-garcia-12-empresarios-hacen-el-oligopolio-venezolano/

[5] Jhon Forbes Nash, matemático estadounidense.

[6] (Sánchez, Sistema agroalimentario venezolano, componente del poder nacional, 2016) Buenos Aires, Argentina: Instituto de Enseñanza Superior del Ejército. 162 p

[7] (Morales, 2005) Reconfiguración del sector agroalimentario venezolano en el contexto de la globalización. Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales, vol. 11, núm. 3, septiembre-diciembre, 2005, pp. 63-85,, 63 – 85.

[8] (Gilpin, 2001) The State and the Multinationals. En R. Gilpin, Global political economy: Understanding the international economic order (págs. 278 – 304). Princeton.

[9] (DeConceptos.com, 2016) Recuperado el 02 de 05 de 2016, de http://deconceptos.com/ciencias-juridicas/empresa-transnacional#ixzz47bIb0wXD

[10] (Gilpin, 2001) Op cit

[11] (Araujo, 2010) Op cit.

[12] (Lucas, Industrialización contemporánea de Venezuela. Política, 2006)

[13] El desarrollo horizontal no es más que la elaboración de un número mayor de artículos, para sustituir a los que antes se importaban.

[14] El desarrollo vertical se refiere a fases anteriores y básicas a la producción industrial correspondiente a los bienes intermedios y de capital.

[15] (Barkin, Batt, & DeWalt, 1991) tomado de Jaffé Carbonell y Rothman (1977)

[16] (Barkin, Batt, & DeWalt, 1991) ibid p 65

[17] (Heliodoro L. Claverie Rodríguez, 1997) OP Cit.

[18] (Heliodoro L. Claverie Rodríguez, 1997) Ibid p 92

[19] (Barkin, Batt, & DeWalt, 1991) tomado de Jaffé Carbonell y Rothman (1977)

[20] Harry Truman Presidente de los EEUU entre 1945 y 1953, puso en marcha políticas para contener la expansión del comunismo después de la II Guerra Mundial, firmó la Ley Agrícola de 1949 (PL-439), en la cual los excedentes de alimentos podían ser donados a países amigos y aliados. En 1954 el presidente Dwight Eisenhower firma la Ley de Desarrollo y Asistencia del Comercio Agrícola LP-480, convirtiéndose en el principal programa de asistencia alimentaria de EEUU en el extranjero sentando las bases para una expansión permanente de las exportaciones de productos agrícolas con beneficios para EEUU y creando la oficina de Alimentos para la paz. En 1961, Jhon F. Kennedy refiriéndose al programa, comentaba que había que agradecerle a Dios por la abundancia de alimentos y utilizar el exceso de oferta en el extranjero y con respecto a George Mc Goven director del programa decía que había convertido a alimentos para la paz “en una fuerza vital en el mundo” y se firmó la LP-808 en la cual, se pasaba de la eliminación de excedentes, a la producción planificada para la exportación, para satisfacer las necesidades mundiales de alimentos. En 1990, George Hw. Bush firma la ley de alimentos, agricultura y conservación, como una reforma a la LP-480 en la cual se comienza a considerar pasar de sólo política exterior al tema de la “seguridad alimentaria”, terminología aprobada por la FAO en 1996 en la cumbre mundial de alimentación y que se utiliza hasta el presente.

[21] IICA – OEA, 1977

[22] (USAID, 2013) USAID’S LEGACY IN AGRICULTURE DEVELOPMENT. 50 Years of progress. Recuperado el 22 de 05 de 2019, de https://www.usaid.gov/sites/default/files/documents/1867/USAID-Legacy-in-Agricultural-Development.PDF

[23] Willians Gaud, Director de la USAID desde 1966 al 1969.

[24] (Borrell J. , 2013) Alimentos y poder: Relaciones para una aproximación teórica desde el realismo. Conjuntura Internacional. Belo Horizonte. Vol 10. Nº 2, 3 – 62.

[25] El fundador de la Fundación Rockefeller era Jhon D. Rockefeller dueño de Stándar Oil, ahora Exxol Mobil.

[26] (Barkin, Batt, & DeWalt, 1991) Op cit

[27] (Barkin, Batt, & DeWalt, 1991) Ibid p 65 – 66

[28] (Encyclopedia.com, 2006) Encyclopedia.com. Recuperado el 22 de 05 de 2019, de Corporación Internacional Multifoods: https://www.encyclopedia.com/social-sciences-and-law/economics-business-and-labor/businesses-and-occupations/international-multifoods-corp

[29] (GRUMA, 2011) GRUMA. Recuperado el 22 de 05 de 2019, de REPORTE ANUAL : https://www.gruma.com/media/150193/2011_gruma_20f0.pdf

[30] (Cargill, 2017) History in Venezuela. Recuperado el 17 de 05 de 2019, de https://www.cargill.com.ve/en/history-in-venezuela

[31] (El PAÍS, 2000) Recuperado el 17 de 05 de 2019, de Cargill compra Agribrands y crea la primera empresa de nutrición animal: https://elpais.com/diario/2000/12/05/economia/975970804_850215.html

[32] (Gamboa, Meleán, & López, 2008) SCielo. Recuperado el 29 de 05 de 2009, de Estrategias económicas y políticas de las grandes empresas alimenticias privadas venezolanas y sus efectos en trabajadores, consumidores y pequeñas empresas: http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1315-85972008000200003

[33] (Agustín Morales, 2001)  Estrategias empresariales en la era global: el caso del complejo sectorial venezolano de grasas y aceites. Agroalimentaria, 75 – 85.

[34] (Maxx Coi 2006 – 2010, 2006) Alfonzo Rivas se queda en Venezuela dispuesto a duplicar sus ventas. Recuperado el 24 de 05 de 2019, de http://maxxcoi.zoomblog.com/archivo/2006/07/15/alfonzo-Rivas-se-queda-en-Venezuela-di.html

[35] (Maxx Coi 2006 – 2010, 2006) Op Cit.

[36] (APICS, 2016)  Plant Tour of International Grains and Cereal. Recuperado el 28 de 05 de 2019, de https://ntxapics.org/images/downloads/apics_march_2016_newsletter.pdf

[37]SOFTLINE(Ratings, 2010)  Dictamen PROVENCESA PC 2010.

[38] (Businnes Ware, 2012)

[39]  (Arismendi, 2015)

[40] (GAVAZUT, 2015)  ¿CONSPIRACIÓN CORPORATIVA EN VENEZUELA? PROCTER & GAMBLE Y SUS VINCULACIONES CON EMPRESAS POLAR, FARMATODO Y LA ULTRADERECHA. Recuperado el 01 de 05 de 2016, de http://www.aporrea.org/contraloria/n287096.html

[41] (Nestle a gusto con la vida, 2013) Nestle en Venezuela. Recuperado el 17 de 05 de 2019, de https://www.nestle.com.ve/aboutus/nestleenvenezuela INDULAC, en el año 1979 es nacionalizada por el Estado, pero pasa a manos de Parmalat (transnacional italiana) en 1995 cuando el Estado le vende el 45 % de las acciones y posteriormente compró el paquete al sector ganadero y los trabajadores.

[42] (Nestle, 2019) La historia de Nestle. Recuperado el 17 de 05 de 2019, de Supervivencia en tiempos de guerra: https://www.nestle.com.ve/aboutus/150history#tab-1914

[43] (NESTLÉ, 2014) Creación de valor compartido . Recuperado el 30 de 05 de 2019, de https://www.nestle.com.ve/asset-library/documents/informecvc-2014.pdf

[44] (Lucas, Industrialización contemporánea de Venezuela. Política, 2006) Op cit.

[45] Opera en Venezuela a través de Unilever Andina, mediante la fusión de operaciones en Colombia y Venezuela en 1993.

[46] (Inter Press service Agencia de noticias, 1995)  VENEZUELA: Unilever inaugura fabrica de helados. Recuperado el 23 de 05 de 2019, de http://www.ipsnoticias.net/1995/10/venezuela-unilever-inaugura-fabrica-de-helados/

[47] (PEPSICO, 2019) Sobre la compañía. Recuperado el 17 de 05 de 2019, de https://www.pepsico.com/about/about-the-company

[48] (Lucas, Industrialización contemporánea de Venezuela. Política, 2006) Op Cit.

[49] (Chávez, 2018) Venezolanidad con logotipo y mascota. Recuperado el 31 de 05 de 2019, de https://sardina1047fm.blogspot.com/2018/05/venezolanidad-con-logotipo-y-mascota.html?m=1

[50] (Klare, 2008) Resource Competition and World Politics in the Twenty-First Century. EEAS, From early warning to early action, Bruselas: European Union External Action, 293 – 301. La globlalización forma parte de los factores geopolíticos, que ejercen presión e impactan sobre la competencia de los recursos naturales, desencadenando o exacerbando conflictos.

[51] (NESTLÉ, 2014) Op Cit

[52] (Cargill, 2017) Cargill. Recuperado el 02 de 06 de 2019, de https://www.facebook.com/CargillVenezuela/videos/cultivan-trigo-casiquiare-en-los-valles-de-tucutunemo/1922166701356661/

[53] pues el sector industrial privado está covencido que “un país pequeño como el nuestro, no debe desarrollar tecnologías propias sino, usar a tiempo las existentes”(Lucas, Industrialización contemporánea de Venezuela. Política, 2006)

[54] (Lucas, Industrialización contemporánea de Venezuela. Política, 2006)

[55] (USAID, 2013) Op Cit.

[56] (USAID, 2013) Ibid p 2.

[57] Indulac es una empresa de lácteos venezolana, que se inicia a través de la instalación de la primera planta de leche, en 1941 en Venezuela, por parte de Nestlé, siendo la misma nacionalizada en 1979. En el 1995 Parmalat había adquirido el 45 % de Indulac, la cual le fue vendida por el Estado, y posteriormente compró el paquete accionario del sector ganadero y el de los trabajadores, pasando en su totalidad a manos transnacionales.

[58] (Sánchez, ALIMENTOS Y PODER, 2019) tomado de (Morgenthau, 1973 (ed 2006)) Política entre las naciones. La lucha por el poder y la paz. Buenos Aires: GEL. El Poder de las Naciones está conformado por diferentes factores como el geográfico; seguido de la posibilidad de autoabastecerse de alimentos; los recursos naturales o materias primas que posee; luego la producción industrial; así como la infraestructura militar; dándole importancia al tamaño y calidad de la población y; agrega el carácter, la moral nacional, y la calidad de gobierno, como conformadores de ese poder, en resumen, “todos los factores o componentes tangibles e intangibles; que implican al pueblo y al gobierno, así como lo público y lo privado, que permitan dar a una nación proyección de poder, o más quantum de poder con respecto a otra nación”[58]; en este caso de Venezuela o cualquier otra. Recuperado el 04 de 05 de 2019, de Chávez y sus opciones sobre la mesa: csanchezyg.wordpress.com/2019/04/28/chavez-y-sus-opciones-sobre-la-mesa/

[59] (TERCERA INFORMACIÓN, 2019) Exembajador sugiere «acelerar el colapso» de Venezuela. Recuperado el 18 de 04 de 2019, de https://www.tercerainformacion.es/video/2019/01/30/william-brownfield-ex-embajador-de-eeuu-en-caracas-durante-una-entrevista-de-octubre-de-2018-en-este-momento-quizas-la-mejor-resolucion-seria-acelerar. En entrevista en octubre de 2018 a William Bronwfield, exembajador de EEUU en Caracas, en relación a las sanciones que aplica EEUU contra Venezuela y particularmente contra PDVSA afirma: “es la única empresa que produce en estos momentos divisas, ingresos, para el pueblo venezolano. Si vamos a sancionarla, el impacto será contra todo el pueblo, el ciudadano común y corriente de las comunidades […] en este momento quizás la mejor resolución sería acelerar el colapso aunque produzca un período de sufrimiento mayor en términos de meses o años […]Ese es el argumento por qué no hoy, por qué hemos esperado tanto, por qué no lo hacemos mañana». A la fecha ya ha sido sancionada PDVSA en varios aspectos.

[60] (Sánchez, ALIMENTOS Y PODER, 2019)  Op Cit

[61] (Gullo, 2014) La insubordinación fundante (3ª ed.). Buenos Aires: Biblos. 186 p