EL HAMBRE ENTRE EL CORONAVIRUS Y LA GUERRA

El hambre sigue en aumento en el mundo, incluso aún mueren más personas por esta causa, que por el coronavirus. Hablar de ‘hambre cero’ sigue siendo una falacia, después que Estados Unidos gastó 300 millones de dólares al día durante 20 años en la Guerra de Afganistán y sin acabar con los talibanes, dejando además, una de las peores crisis alimentarias, cuyo requerimiento de ayuda humanitaria en el 2021, aunque no lo digan los organismos multilaterales, equivale a 4,33 días de guerra o conflicto armado en el mismo país.

EL MUNDO PANDEMIA Y POSTPANDEMIA DEL AGRONEGOCIO

Se puede asegurar por los momentos que, aunque el impacto de la Covid-19 en el sistema agroalimentario no fue a nivel mundial, si sucedió a nivel de regiones, países o localidades. Lo que no tiene discusión es que el hambre en el mundo siguió en aumento. ¿Que pasó en 2020?¿Qué pasará en los próximos años? Los efectos de la pandemia no salvaran al planeta por sí solos. ¡Cambiemos el sistema! Y, en consecuencia, comenzaremos a salvar el planeta.

VENEZUELA DESAFÍA AL COVID-19: En octubre la Sputnik V, en noviembre la DR10

Mientras se sigue demostrando que las políticas sanitarias aplicadas por la Revolución Bolivariana, para la contención de la pandemia, han sido completamente acertadas; también se ha puesto la ciencia y la tecnología venezolana, a disposición de la humanidad. Toda una novedad, increíble en el mundo, pero cierta. En Venezuela, se pudiera tener una cura al nuevo coronavirus, denominada DR10.

VENEZUELA RECIBIÓ OCTUBRE, CON LA VACUNA «SPUTNIK V» BAJO EL BRAZO

Este mes, más allá de que, la Venezuela bloqueada económica, financiera y comercialmente por EEUU, su sistema público de salud, y las medidas adoptadas por el Gobierno de Nicolás Maduro, siguen resistiendo los embates del coronavirus; el país recibió octubre con la vacuna Sputnik V, bajo el brazo; convirtiéndose, sin mucho alarde, en el primer país de toda la región de las Américas, en recibir las primeras dosis, para ensayos clínicos.

EL CORONAVIRUS EN VENEZUELA

Que en Venezuela, están afectadas las condiciones materiales, a la que estaba acostumbrada la población, sí, pero no se puede negar que en la Revolución Bolivariana, se hace un esfuerzo mayor, superior para garantizar lo más supremo de este mundo, la vida, sobre todo, en estos tiempos de pandemia, bloqueo y crisis no sólo en el país, sino en el mundo.

LA GUERRA POR LOS NÚMEROS DE LA MIGRACIÓN VENEZOLANA EN TIEMPOS DE COVID-19

Vuelve a la palestra, la migración venezolana, por lo cual, de lo único que debemos estar seguros, es que después de cada acción fracasada, considerada de carácter definitorio por EEUU, para acabar con el gobierno venezolano dirigido por Nicolás Maduro, siempre se volverá a cabalgar sobre los mismos temas de construcción por goteo y de agenda internacional, porque es realmente, a esa audiencia a la que se dirige esta construcción, que justifique la intervención militar.

“ANTE LA PANDEMIA Y EL BLOQUEO DEBEMOS ASUMIR UN SISTEMA AGROALIMENTARIO DE GUERRA”: AGRÓNOMA CLARA SÁNCHEZ

Venezuela enfrenta la pandemia de coronavirus igual que todas las demás naciones, pero con el agravante de ser un país bloqueado, asediado y amenazado de invasión. En ese escenario tan complejo, los alimentos son un elemento clave. “Ante la intensificación del bloqueo económico, financiero y comercial, no seamos ingenuos; si estamos ante la inminencia de una guerra, entonces preparémonos para la guerra, y en este sentido, los alimentos constituyen una munición de guerra. El Estado debe tomarse en serio el tema de la planificación agrícola y asumir los resultados, corregir errores y prepararse para poner en marcha un sistema agroalimentario para tiempos de guerra, en tiempos de paz”.

CON CORONAVIRUS O SIN CORONAVIRUS, CON CUARENTENA O SIN CUARENTENA, LA POBLACIÓN NECESITA ALIMENTOS

Se dice que el sistema agroalimentario mundial no se verá afectado por el COVID-19 porque se ha confirmado, no hay evidencia que los alimentos sean una fuente o vía probable de transmisión del virus; sin embargo, cuando los gobiernos del mundo comienzan a tomar medidas ante episodios de escasez, desabastecimiento, racionamiento o largas colas para adquirir alimentos, se encienden las alarmas y el COVID-19, empieza a considerarse una amenaza para los sistemas agroalimentarios, en el que también el Estado necesita intervenir.